La imagen de la placa es real, pero simplemente es una más de las cientos que están preparadas para la gran noche del cine. Y es que desde la edición de 2010 de los Oscars, R.S. Owens, la empresa encargada de la manufactura de las estatuillas para la Academia de Hollywood, tiene preparada una con el nombre de cada uno de los nominados como ganador en la categoría en la que es candidato.
La placa, a posteriori
Luego, una vez que se abre el sobre con el nombre del ganador del Oscar, el premiado recoge en el escenario su estatuilla y tras el discurso de rigor deja su estatuilla en manos de los artesanos de R.S. Owens para que coloquen en el momento la placa con su nombre. Por tanto, el protagonista de El lobo de Wall Street todavía tendrá que esperar hasta el 2 de marzo para saber si finalmente consigue el que sería su primer Oscar tras cinco nominaciones por su trabajo en la genial y desenfrenada película de Martin Scorsese.