«The Grand Hotel Budapest», enloquecida comedia de Anderson

josé luis losa BERLÍN / E. LA VOZ

CULTURA

El filme del director considerado hasta hace poco materia de culto, ha abierto la Berlinale

07 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Wes Anderson, ese director hasta poco materia de culto, está considerado ya autor estrella después de inaugurar Cannes hace dos años con Moonrise Kingdom. La Berlinale repite esa fórmula y concedió su gala de arranque al nuevo filme de Anderson, The Grand Hotel Budapest, una en exceso enloquecida comedia coral alrededor de un hotel de los líos que comanda Ralph Fiennes pero que reúne a un extensísimo papel de actores cómplices, muchos ya habituales de la casa. Por cierto, el desembarco en Berlín fue opulento, con Fiennes, Tilda Swinton, Bill Murray (con un curioso gorro tirolés), Willem Dafoe, Lea Seydoux, Edward Norton y Jeff Goldblum respaldando el film.

Hay que decir, para ser justos que en esto de la comedia del nonsense, el autor de Academia Rushmore o Viaje a Darjeeling ha vivido momentos mejores que en este The Grand Hotel Budapest, que no es que se quede en Hostal Royal Manzanares (no está Lina Morgan entre los cameos) pero a mí me fatiga su continuo apremio por llevar al delirio surreal la aventura del pícaro Ralph Fiennes y su botones lazarillo, siempre a la fuga en una II Guerra Mundial de opereta. Me agota esa necesidad de hacer surrealismo naïf, esa atmósfera de colegueo en la cual todo vale. Seguro que los fans de Anderson, a los que gustó mucho el show, apreciarán mejor que yo los guiños al absurdo y las proezas visuales de este film tan cargante. Y perdonarán que se diga en los créditos que esto es una libre adaptacion de Stefan Zweig.

En la lista de rostros con tirón que pasarán por el Zoo Palast hay veteranos como Catherine Deneuve y Martin Scorsese, actores en plenitud como Christian Bale o Viggo Mortensen, además de Charlotte Gainsbourg y Uma Thurman que acuden para el estreno mundial de la versión exténdida de Nymphomaniac Volumen 1, que suena mucho a maniobra orquestal de márketing del pirotécnico Lars Von Trier. Y, por supuesto, Clooney, que trae el domingo The Monuments Men.

En la competición destacan Alain Resnais quien, con sus 91 años, aprendiz de Manoel de Oliveira, estará en la lucha por los premios, y el norteamericano Richard Linklater, que repite con Ethan Hawke.

Junto a ellos mucho cine latinoamericano, con la peruana Claudia Llosa, ganadora ya de un Oso de Oro por La teta asustada, todavía más producción asiática y mucha endogamia de cine alemán. No sé si esto se trata de una imposición merkeliana, o el director del festival Dieter Kosslick se la juega con una programación de riesgo, tan novedosa como moverse por Berlín con tiempo de primavera o como ver a Ralph Fiennes, ese inglés tan paciente, tan grave, siempre tan sufridor y masoca metido a director de orquesta de una comedia tan loquita.