Petros Márkaris pide jóvenes que «decidan quedarse y luchar»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Pedro Feijoo, Pérez-Reverte y (a la derecha) Márkaris, ayer en el IES Rosalía de Castro.
Pedro Feijoo, Pérez-Reverte y (a la derecha) Márkaris, ayer en el IES Rosalía de Castro. Álvaro Ballesteros< / span>

El autor griego, Pérez-Reverte y Pedro Feijoo recogieron el San Clemente

28 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Al principio de la crisis la gente joven empezó a correr, ahora empieza a luchar», afirmó el escritor griego Petros Márkaris en el IES Rosalía de Santiago, donde recogió el premio San Clemente, por su novela Liquidación final, en el apartado de lengua extranjera. A Arturo Pérez-Reverte le correspondió, en castellano, por El tango de la guardia vieja; y a Pedro Feijoo, en gallego, por Os fillos do mar.

La situación de la juventud, protagonista de este premio -fallado por estudiantes de cinco institutos gallegos-, y su actitud ante la crisis (tema presente en la narrativa de Márkaris) centró las intervenciones de los tres autores. «Tenemos que entender a esta gente joven», indicó el escritor griego. En su país el paro juvenil alcanza el 60 %. Esa juventud se crio con la idea de que «Europa era la madre, Europa nos va a ayudar» y «ahora se dan cuenta de que la madre Europa no les va a dar nada de lo que han soñado; y se están enfrentando a una realidad que no conocen, que es la pobreza». Ante esta crisis, «el primer instinto es correr, marcharse; lleva tiempo darse cuenta de que lo que tienen que hacer es quedarse y luchar»; y abogó porque «decidan quedarse y luchar».

Pérez-Reverte afirmó que «uno sobrevive mejor al incendio de Troya si ha leído antes la Ilíada y la Eneida», y «Troya acaba ardiendo siempre tarde o temprano». El académico se mostró preocupado por la política educativa que se hace en España, y criticó a las autoridades que «no saben, no han leído, y les importa un pimiento Virgilio, Homero o quien sea; están privando a los jóvenes de los mecanismos de supervivencia y de intereses necesarios para sobrevivir cuando Troya, que inevitablemente siempre acaba ardiendo, arda». Sostuvo asimismo que van a venir tiempos «muy duros, más que esto», que supondrán un «desafío» para la juventud europea.

Pedro Feijoo asintió: «No sé si los tiempos que van a venir serán terribles o no, todo apunta que sí; pero es que los que tenemos encima ya son horrorosos».

Los tres autores resaltaron como valioso que la juventud lea para afrontar esta situación. «Una señora mayor leyendo es una realidad esperada; un joven leyendo es esperanza. Esa es la diferencia», afirmó Márkaris. Para Feijoo, «un chaval con un libro en la mano es ya una declaración de intenciones». Pérez-Reverte defendió que la lectura y la cultura son «un arma de lucha, y también consuelo».

El joven alumnado que ejerció de jurado fue el protagonista del premio, y el instituto se engalanó con paneles de homenaje a los tres escritores y su obra.