En el 2011 el grupo catalán pasó de ser un secreto para melómanos a uno de los grupos pop del momento
06 dic 2013 . Actualizado a las 14:16 h.Mucho más allá de la anécdota de cantar en catalán enamorando a nivel nacional y la aureola de formación-para-paladares-exquisitos, Manel son un gran grupo de canciones. Y de preciosas historias. Su tercer trabajo, Atletes, baixin de l' escenari, lo vuelve a demostrar con una reformulación de ese sonido pop que traspasa fronteras idiomáticas. «Lo de la lengua nos lo preguntan fuera de Cataluña, pero la verdad es que para nosotros nunca hubo opción de cantar en otra para nosotros, porque nos sale de manera totalmente natural», indica Arnau Vallvé, batería del grupo barcelonés que llega a Galicia dentro del ciclo Son Estrella.
-Eran el grupo del ukelele y los arreglos bonitos. Todo ha desaparecido. ¿Por qué?
-Queríamos rechazar todas las ideas y tópicos nuestros. Antes decías: «Aquí falta algo». Y ya le añadías unos violines o unos vientos. Luego estaba lo del ukelele, que era un instrumento que usábamos por casualidad porque se lo habían regalado a Guillem. Eso marca mucho. La gente nos decía que éramos los Beirut catalanes, cuando nosotros nunca habíamos escuchado a Beirut. Queríamos buscar otras vías.
-En el título («Atletas, bajen del escenario») hacen un guiño a Barcelona 92. ¿Qué historia hay detrás de ello?
-Nos cuesta buscar títulos, porque nuestros discos no tienen ninguna intención conceptual. Esto era un recuerdo de infancia: el momento de la ceremonia de clausura de los juegos en el que estaban todos los atletas en el escenario medio borrachos. Salió una voz, pidiendo que se bajasen. En la tele es un momento mítico.
-¿Son pro-Yoko Ono, como lo parecen en «Ai Yoko»?
-No, pero sí que es cierto que siempre se la ha tratado como el diablo y la culpable de todo lo malo de The Beatles. No se ha visto la otra parte: que fue una historia de amor muy bonita. Lo que pasaba es que igual nunca nadie se había querido como Yoko Ono y John Lennon. No se trata de defenderla, solo mirarlo todo desde ese lado.
-Siempre transmiten esa sensación: la de observadores un tanto oblicuos de la vida. ¿Lo persiguen?
-Claro. Si tú escribes canciones de música pop y, aun encima la temática que te sale es el amor, te das cuenta de que vas hacia los mismos caminos de todo el mundo. Entonces haces el esfuerzo de enfocarlo desde un nuevo punto de vista. A veces salen curiosidades, como la de esa canción.
-¿Piensan que quien escucha a Manel sin entender el catalán o usar traducciones pierde mucho?
-Desde nuestro punto de vista, sí. Para nosotros es una parte importantísima, a la que le ponemos mucho esfuerzo. Tanto o más que a la música Pero no pasa nada. Hay gente que nos dice que no entiende casi nada pero le gusta la música. Luego está lo que todos hemos hecho: escuchar a un grupo cuyo idioma no entendíamos, hasta que un día buscas la traducción. Si luego te gusta la letra pues aleluya.
-Cuando vinieron a Galicia en el 2011 sorprendieron con su ramalazo de humor, pero siempre con rostro serio. ¿Lo siguen haciendo?
-Buscamos, sobre todo, la comunicación con el público. Nos va bien a nosotros para ver cómo estamos en el escenario y notar si la gente está conectada. Siempre nos gusta contar alguna historia entre tema y tema. Va más bien aún cuando vas a un sitio en el que en principio no van a entender las letras. Lo hacemos siempre.
Santiago | Jueves 12 | Sala Capitol | 21.30 horas
Vigo | Viernes 13 | Sala Master | 22 horas
Entradas: 14 euros (anticipada) y 17 (taquilla)