El Ford Mustang cumple 50 años como icono cultural americano

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El modelo renovado del automóvil se venderá en Europa por primera vez

12 mar 2015 . Actualizado a las 17:23 h.

Mientras Detroit, cuna y antaño orgullo de la industria automovilística norteamericana, languidece hasta correr el riesgo de caer en la bancarrota pública, una de sus más famosas creaciones celebra sus 50 años con una renovación a fondo que confirma su estatus de icono cultural. Ford presentó ayer la sexta generación del Mustang, un modelo que supera la mera condición de automóvil gracias a su identificación con la iconografía norteamericana. Junto a las célebres autopistas como la Ruta 66 o los moteles de carretera, presentes en libros de autores tan dispares como Nabokov o Sam Sheppard, el Mustang forma parte de esa concepción de un país solo abarcable cuando se transita sobre ruedas: si el automóvil ocupa un lugar central en la cultura estadounidense, como ejemplifica la visión del arquitecto Frank Lloyd Wright para Broadacre City, una ciudad jardín de baja densidad en la que la comunicación rodada articulaba su cohesión urbanística, entonces el Mustang ocupa un lugar privilegiado en ese estilo de vida motorcéntrico. El primer «pony car» El Mustang nació en 1964 para inaugurar lo que se ha dado en llamar pony cars: modelos asequibles pero potentes y con un diseño deportivo. Salió de la fábrica de Dearborn, en el área metropolitana de Detroit, al tiempo que despegaba otra de las grandes creaciones de la ciudad, la discográfica Motown. Si su música fusionaba el soul con el pop, también el Mustang, con su aerodinámica joven y moderna, representaba la cara pop de la industria del motor. El soul le rindió homenaje al año siguiente en el tema de Wilson Pickett Mustang Sally, que inauguraba una larga fascinación musical con el coche y en la que han militado desde Chuck Berry a Marc Bolan y David Bowie. Pero fue el cine el que encumbró al Mustang. Aunque debutó en la gran pantalla en Goldfinger el mismo año de su nacimiento, fue Steve McQueen en Bullit (1968) quien lo fijó como un elemento paradigmático de los filmes de acción. El Mustang llegó para quedarse: desde Clint Eastwood en Ejecución inminente a Harrison Ford en Hollywood: departamento de homicidios, el automóvil ha ocupado un lugar principal; en la serie A todo gas, que acaba de perder en un accidente a uno de sus actores, Paul Walker, era inevitable que el Mustang fuese protagonista. No solo el cine de carreras y persecuciones se ha valido de este coche. En Ahora o nunca, un Morgan Freeman al que le quedan unos meses de vida apura sus últimos deseos, entre los que se cuenta conducir un Shelby Mustang, convirtiéndolo en todo un símbolo vital. La sexta generación, el Mustang 2015, previsiblemente llegará a Europa en la segunda mitad del próximo año. Las actualizaciones técnicas pasan por la incorporación de una consola con pantalla táctil o faros con tecnología LED y otras modificaciones que adaptan el coche para su nuevo viaje: de las conocidas autopistas americanas a las de la vieja Europa.