Gennet Corcuera: «Me encanta ir a los museos»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

SANDRA ALONSO

La etíope Gennet Gorcuera se quedó sordociega a los dos años. A los siete años fue adoptada por una española y hoy se ha convertido en la primera persona en alcanzar un título universitario con esta discapacidad

05 abr 2019 . Actualizado a las 14:03 h.

Gennet Corcuera (Etiopía, 1981) se quedó sordociega a los dos años. La pobreza derivada de la guerra en el país africano la llevó a sufrir una infección que la dejó totalmente ciega y sorda. Allí, a los siete años, la encontró Carmen, una española que la adoptó, dando un giro de 180 grados a su vida. Ahora se ha convertido en la primera persona en alcanzar un título universitario en España con esta discapacidad. Junto a Silvia Rumeu, que además actuó como traductora mediante la lengua de signos apoyada, dio una charla en la Facultade de Psicoloxía de Santiago organizada por la Casa de Cultura y Solidaridad.

-¿Qué recuerdos tiene de sus primeros años en Etiopía?

-Nací oyente y con vista, pero al comenzar la guerra y a causa de las infecciones que se propagaron por el país me quedé sordociega a los dos años. A los siete años fue cuando fui adoptada y me vine a España.

-¿Tuvo claro siempre que quería estudiar una carrera?

-De pequeña mi sueño era ser profesora, pero cuando terminé cuarto de la ESO pensé que no, que era mejor no ir a la universidad porque me generaba muchísima angustia, estaba cansada de intentarlo y el esfuerzo era muy grande. Pero mi madre insistió muchísimo en que me tranquilizara y me convenció de que podía ir a la universidad. Finalmente, con el apoyo de mi madre, vi que podría ser capaz de hacerlo. Tuve mucha paciencia, pero poco a poco me fui sintiendo cómoda en la universidad.

-¿Cómo fue su relación con los profesores y compañeros?

-Me ayudaron muchísimo, estaban cerca de mí y colaboraban conmigo. También recibí mucha ayuda por parte de la ONCE y de mi madre. Ellos hicieron que no abandonara. Muchas veces no me sentía capaz y lo más fácil era abandonar. Necesitaba su apoyo para seguir adelante, su ánimo y su convencimiento.

-¿Y ahora?

-Busco trabajo y sigo un proceso formativo dentro del grupo de investigación Hellen Keller, que es el motivo por el que estamos aquí. El grupo trabaja para la promoción de las personas con y sin discapacidad. Estoy convencida de que podemos cambiar el mundo y para ello tenemos que luchar, no solo por las personas con discapacidad, sino también por las que no la tienen.

-¿Cómo es su día a día?

-Vivo sola, así que me levanto, preparo el desayuno, me baño, ordeno la casa y voy a la calle si tengo que comprar algo o hacer gestiones. Intento gestionar mi autonomía, y tengo una asistenta personal que me apoya y sobre todo me enseña diferentes hábitos para desarrollar esa autonomía. En función de la situación, a veces necesito la ayuda de mi asistenta personal, y en otros momentos no.

-¿Qué aficiones tiene?

-Me encanta salir a pasear con mis amigos y también ir a los museos, ya que tengo mucho interés en los temas culturales. Estoy empezando a habituarme a leer las noticias, algo que nunca había hecho y ahora con Internet puedo empezar a ver las noticias y lo que pasa en el mundo. Y también me gusta descansar, para desconectar.

-¿Le gusta ir a museos?

-Voy con amigos, con mi asistenta personal, o a veces aprovecho al intérprete de lengua de signos cuando lo hay.

-¿Se siente privilegiada?

-Me quedé sordociega con dos años y en ese momento me quedé marcada, pero cuando vine a España la situación empezó a cambiar y llegué a tener una comunicación completa, lo que me hizo sentirme muy afortunada.

-¿Le gustaría volver a Etiopía?

-Sí, me gustaría trabajar en algún colegio o en el orfanato en el que estuve, pero el tema de la lengua lo complica.

Gennet Corcuera Primera sordociega con un título universitario

«Con el apoyo de mi madre vi que podría ser capaz de ir a la universidad»