El primer libro escrito en Corea sobre el Camino de Santiago lo publicó en el 2002 NamGoong Moon, un escritor, pintor, escultor y fotógrafo que se dio a conocer este verano en Galicia gracias a la exposición Un artista coreano en el Camino de Santiago, exhibida en la Casa da Parra.
-Entonces, ¿ha sido usted el pionero del Camino en Corea?
-Sí, yo publiqué el primer libro del Camino en Corea en el 2002. Pero aquel volumen, fruto de mi primer itinerario, que completé en verano del 2001, apenas tuvo éxito. Fue la reedición del 2008 la que le dio difusión con el título en italiano La vita è bella, junto con otros libros míos.
-¿Qué diferencia hay entre ellos?
-Completé el recorrido cuatro veces, uno en cada estación del año. Y el último, el del otoño, en sentido contrario a la marcha. Es decir, desde Santiago. En el 2008 publiqué también Seducción de amapola, que es el de primavera, y La cigarra de invierno. En este cuento las peripecias que pasé en ruta, sin dinero, porque me habían robado, y comiendo siempre de bocadillo. ¡Algo tremendo! En el 2011 vio la luz Camino del derecho y del revés, que había recorrido en otoño gracias a pequeños hurtos en las huertas: algún higo, muchas uvas... [ríe]. Mi último texto es un e-book sobre la Vía de la Plata. Pero además, en esas rutas fui haciendo los dibujos que incluyo en las ediciones y que también he expuesto.
-¿Qué cuenta en sus obras?
-Sobre todo el espíritu del Camino. Durante el recorrido te cambia la vida después de tantos días solo, reflexionando en medio de jornadas muy duras. También cuento cosas de los amigos, los otros peregrinos, el paisaje... Y de Galicia, de su gente; todos muy amables cuando los conoces a fondo, y de su gastronomía, que me encanta.