Dover se deshizo sin tregua, y sin piedad, de los últimos acordes de Holywater. La banda parecía espontáneamente nostálgica y se puso al repaso de canciones con sus años a cuestas. Cuando una canción aguanta más de 15 años y se toca a toda velocidad puede sonar a himno. Las hermanas Llanos, tocando a pleno día, aseguraron que el de Boimorto era «el mejor festival» en el que habían tocado «en lo que va de año».
Las dos hermanas de las guitarras de Dover estuvieron habladoras, incluso más que Novedades Carminha, y el ánimo hablador llegó hasta Carlos Núñez, quien, entre pieza y pieza, tenía tiempo de ser didáctico para recordar que la música gallega tiene relaciones internacionales suficientes para organizar una olimpiada. Brasil, México e Inglaterra fueron una parte del recorrido que se dio el gaiteiro acompañado de la banda de gaitas Cerne de Galicia, sin faltar A Rianxeira. Tampoco faltaron en el viaje los pedaleos de la Vuelta Ciclista a España.