Acosta, candidato a dirigir la SGAE, arremete contra la «hostilidad» de los medios

Córdoba / Agencias

CULTURA

«Si encendemos un fósforo, parece que está ardiendo Roma», asegura el guionista

24 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Acosta, candidato a la presidencia de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), criticó ayer la «hostilidad» con la que los medios tratan a esta entidad y apuntó: «Si encendemos un fósforo parece que esta ardiendo Roma».

Acosta, que se enfrentará mañana a la candidatura de José Miguel Sánchez Sastrón para dirigir la SGAE, señaló que «no hay que darle tanto dramatismo» a la forma en que se ha abierto el nuevo proceso electoral. «Hay una persona que ha dejado de tener la confianza de la mayoría de la junta directiva y se va a elegir a otra, pero el problema de la SGAE no es tanto quién la dirija, sino todo lo que amenaza a la SGAE», subrayó el guionista.

Acosta, que participó ayer en Córdoba en el curso Un verano de guion, destacó que entre esas amenazas están «el anteproyecto de ley de propiedad intelectual, el 21% del IVA cultural, la crisis económica o las desinversiones de Arteria del equipo de Teddy Bautista». Eso, según insistió Acosta, «es lo importante de la SGAE».

Un perfil bajo

De hecho, según Acosta, «ninguna compañía solvente del mundo buscaría un gestor entre guionistas, dramaturgos o compositores», sino que los buscan «entre administradores y ejecutivos», y por eso, en la SGAE, «no hay que seguir cayendo en el error en el que ha caído últimamente».

El cineasta destacó que lo que necesita la SGAE, en cualquier caso, «no es un presidente ejecutivo, sino un presidente que vaya a un perfil mucho más bajo y que cada vez el staff técnico tenga más peso y el presidente tenga menos», porque «la SGAE no necesita un presidente presidencialista, pues hay sociedades de gestión enormes y eficaces que tienen presidentes con un perfil más institucional, de relación hacia fuera, más con los socios, pero que no deba estar en el organigrama, en el día a día de la sociedad».