-¿Cómo se vive la grabación de un disco en directo?
-Me acuerdo de poco, pero sentía que estaba pasando algo. Los discos de estudio me parecen impersonales, no laten, no tienen sentimientos. Pedí que, mientras grabábamos, pudiera ver las caras de todos los de la banda, ver lo que sentían. Lo recuerdo como el mejor directo de mi vida, un poco extraño porque no había barra de bar y había demasiada luz para mí, pero fue increíble.
-El disco reúne canciones de trabajos anteriores y tres temas inéditos.
-Excepto Así fue, que ya existía, los otros dos temas fueron naciendo casi a la par que el disco. No tienen nada que ver con lo que había hecho anteriormente y me encanta no repetirme. Me gusta lo contradictorio de Necesitaba un vals para olvidarte, es casi mi favorita, una música extremadamente dulce para una de las letras más duras que he compuesto en mi vida. Cuando acabé de escribirla, dejé de llorar. Y hasta hoy. Habla del tan necesario punto y final.