Y es que, aunque pudiera llevar a engaño en algún momento, Faemino y Cansado no es una pareja de improvisación, aunque su puesta en escena trate de aparentar lo contrario. Esa rebeldía que proclaman también se convierte en provocación cuando se plantan ante el público, bien en directo o en la televisión, con dos copas de coñac, mínimo Torres 5. «¡Deje de fumar! me dijo el médico», dice Faemino con acento cheli. «Sí, no te jode, para darte a ti el gusto; no señó, voy a seguir fumando, si quieres que lo deje, vigílame».
Frente a la ironía de los monologuistas, que se sitúan un poco por encima de todo para reírse de la sociedad, Faemino y Cansado se colocan en el mismo plano que el público para lograr la sonrisa a través de lo políticamente incorrecto. Ahora, advierten que Parecido no es lo mismo surge de la soledad de los montes de Soria y de la reflexión punk, «digamos mejor after-punk». ¡Ah y vuelve El Gran Mimón!, «el rey del gesto y de la boca mona», el mimo que requiere traducción simultanea.