Oscars 2013: «Bestias del sur salvaje», el cuento pobre que sedujo a Hollywood

EFE

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De cuando en cuando, los premios más importantes de la industria del cine abren los brazos a esos milagros que corren sin padrinos ni campañas de promoción

25 ene 2013 . Actualizado a las 17:20 h.

Un presupuesto de 1,5 millones de dólares capaz de rascar cuatro nominaciones. Un debutante, Benh Zeitlin, que ha adelantado a Tarantino y a Bigelow. Y Quvenzhané Wallis, que es ya la actriz más joven jamás nominada a sus 9 años. Bestias del sur salvaje (Beasts of the southern wild) es el cuento pobre que ha conquistado al oropel de los Oscars.

De cuando en cuando, los Oscars acogen en su seno a esos milagros que corren por libre, sin padrinos ni campañas de promoción. Bestias del sur salvaje, ausente en los Globos de Oro y en cambio nominada a mejor película, director, actriz y guión adaptado en los Oscars, se inscribe en esa excepción.

Historia de un mundo casi tribal que está a punto de desaparecer en los meandros del Misisipi, visto por una niña que trata de suplir con fantasía las carencias de su entorno de precariedad económica y emocional, esta pequeña joya instala su cámara de manera casi testimonial en tan atípica comunidad y ve crecer la belleza y la mugre en el mismo lugar y con los mismos ingredientes. «El hecho de que ese pedazo de tierra se diluya, desaparezca, está en la génesis de la película, pero sucede que esto, además de ser un hecho físico, lo es también emocional para la gente de Luisiana», apuntaba Behn Zeitlin en San Sebastián, donde su película se mostró como una de esas perlas llegadas de otros festivales, en concreto de Cannes, donde ganó la Cámara de Oro al mejor debut.

Zeitlin, el responsable del milagro con apenas 30 años, ni siquiera se había formado como director en ninguna escuela de cine, pero el arte corría por sus venas, pues sus padres eran músicos, lo que le hizo componer la película casi como una partitura (además de escribir él también la banda sonora). «No seguimos la fórmula de la industria, sino un ritmo que procede de distintas tradiciones», aseguraba en San Sebastián.

Y así, ni en California ni en Manhattan, sino ese lugar que podría parecer de todo menos el país más poderoso del mundo, se ambienta su cuento, adaptado Juicy and Delicious (Jugoso y delicioso), texto de una amiga asimismo anónima, Lucy Alibar. Y recuerda, de paso, que las bolsas de pobreza en Estados Unidos existen y son un filón para el cine. «En Norteamérica no parece posible que el cine surja orgánicamente en otros lugares distintos a dos grandes estados, Nueva York y Los Ángeles, pero poco a poco está sucediendo y eso es bueno», apuntaba Zeitlin.

Allí en Luisiana encontró a la protagonista, una niña de apenas seis años y que se llama Quvenzhané Wallis, nominada a los Oscars, y que dio fuerza a esa Hushpuppy que es como un cachorro de la parte más animal del hombre, viviendo el momento sin vistas ni al futuro ni al pasado. Refugiándose en esas Bestias del sur salvaje que alumbra desde la imaginación. «A esa edad, los niños no tienen orgullo, no se preocupan por el qué dirán si hago una cosa u otra, y esa es una cualidad perfecta para un actor, también adulto. Por eso esta niña era ideal, además es extremadamente inteligente, con la pureza de una niña de seis años y la elocuencia de un adulto», señalaba.

Efectivamente, Wallis ha superado a Tatum O'Neal como la actriz más joven jamás nominada. ¿También ella ganará el Oscar? El cuento puede seguir ampliando sus finales felices, si bien su gesta hasta el momento ya es histórica.