«Muchos catalanes estamos al frente o trabajamos en instituciones de ámbito estatal»

La Voz

CULTURA

16 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Glòria Pérez-Salmerón (Barcelona, 1958) es una bibliotecaria experta y reputada, con un amplio y brillante currículo. En julio del 2010 fue elegida directora de la BNE a propuesta de Ángeles González-Sinde. En enero del 2012 el nuevo Gobierno la ratificó en el puesto. «Me encantaría seguir como directora y continuar en los proyectos actuales y liderar los de futuro que ya visualizamos», afirma.

-En estos tiempos de reivindicación soberanista en Cataluña, ¿qué importancia le da a que una catalana esté al frente de uno de los símbolos de la cultura española?

-No hago una lectura excepcional, somos muchos los catalanes y catalanas que estamos al frente o trabajamos en instituciones de ámbito estatal. Y yo en la Biblioteca Nacional me siento como en la mítica Biblioteca de Alejandría.

-¿Por qué decidió ser bibliotecaria?

-Iba a una escuela que contaba con una biblioteca, me enamoré de los libros y jugué a ser bibliotecaria, más tarde realicé mi servicio civil en la Biblioteca Popular de Badalona y estudié Biblioteconomía y Documentación en la Universidad de Barcelona y versé mi proyecto final en automatización de bibliotecas. Es curiosa la impresión y la experiencia vivida que trazó mi destino profesional.

-¿Los libros de papel tienen los años contados?

-Los libros en papel tienen una perspectiva de futuro que los eleva a una categoría superior. Me explico, se editarán en papel los libros que puedan proporcionar un tipo de sensaciones que no pueden conseguirse de momento con las TIC, estoy hablando del tacto y del olfato principalmente. Me refiero a los llamados libros de contenidos estables, de autor, preciosos objetos de arte. El formato electrónico ha propiciado una nueva forma de leer y de interactuar con la lectura, permite la actualización constante de los contenidos y es el perfecto formato para los libros que solemos comprar en las librerías y encontrar en las bibliotecas públicas. No debemos perder de vista que los nativos digitales se manejan mejor en el entorno digital que entre los tomos de las enciclopédicas o los diccionarios.