Galicia, la austeridad y los 300 millones

Laureano López
Laureano López CAMPO DE BATALLA

CULTURA

06 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Maniobras de distracción y maniobras de destrucción: Galicia como ejemplo de austeridad para el mundo, según Feijoo. En Génova le aplauden hasta encumbrarlo como primus inter pares. Él, por si acaso, ya está nombrando un vicepresidente... El campeón de la contención del déficit presume de deberes hechos en el Consello de la Xunta: ayer, sin ir más lejos, contó que el último recorte de altos cargos ahorrará 2 millones de euros a las arcas públicas en toda la legislatura. La noticia no es mala, más bien se podría decir que ya era hora o, incluso, cómo es posible que aún ahora, pero siendo positiva, hay que valorarla en su justa medida. Y en Galicia, la unidad de medida es el Gaiás. Si las comparaciones son odiosas, aquí chirrían tanto que parecen ciencia ficción. Normal, porque desde el aire el Gaiás es como la nave nodriza de una película de alienígenas. Bonita pero inútil. El monte Gaiás se comerá durante la legislatura 13,6 millones de euros solo en calefacción, luz y limpieza. Más de seis veces el ahorro anunciado ayer por Feijoo. De estas cosas después de los consellos de la Xunta no se habla mucho. Aunque si se lo proponen, hasta pueden llegar a presumir: de las mil infraestructuras sin contenido, sin continente, sin sentido, que se levantaron en la mal llamada época de bonanza (de bonanza, ¿para quién?), el Gaiás es el más grande y costoso de los despropósitos, 35 millones por encima de la Ciudad de la Luz de Alicante, ahora fundida... y en venta. En toda España han vivido por encima de nuestras posibilidades, y han derrochado por encima de nuestras posibilidades. Pero aún hay categorías, y el Gaiás, con 300 millones literalmente evaporados, es el auténtico Titanic de todo este naufragio.