Kiko Veneno logra el Premio Nacional de Músicas Actuales

miguel lorenci MADRID / COLPISA

CULTURA

Kiko Veneno, en un concierto en Vilagarcía.
Kiko Veneno, en un concierto en Vilagarcía. martina míser< / span>

Valoran la «calidad poética» del músico, que comparte premio con otros dos de generaciones distintas: Jesús Torres y Javier Perianes

28 nov 2012 . Actualizado a las 23:36 h.

Kiko Veneno era distinguido junto a otros dos músicos de distintas generaciones e intereses: Jesús Torres y Javier Perianes, clásicos que compartieron los galardones que concede cada año Cultura en las categorías de composición e interpretación. Cada uno de ellos recibirá una premio en metálico de 30.000 euros. Si en Kiko Veneno se premió la «calidad poética» de su indesmayable ingenio musical, en el compositor Javier Torres se distinguía su «independencia estética» y en el pianista Perianes, su «versatilidad» y su proyección internacional.

Poco acostumbrado a los premios institucionales, Kiko Veneno se ha movido siempre en la periferia de la industria y al margen de los dictados comerciales. Es una rara avis a la que se reconoce ahora la largueza y altura de su vuelo. El jurado destacó su «contribución decisiva a la integración de tradiciones musicales internacionales e hispanas». Distingue a este músico radical en todos los sentidos de la palabra por su capacidad «para difundir el compás, enriqueciendo con ingenio y calidad poética el formato de la canción popular». Define como «germinal» una labor musical «que ha influido en dos generaciones de artistas».

De Gerona a Sevilla

Hijo de militar, José María López Sanfeliu, Kiko Veneno para el mundo del cante y la farándula, nació en el norte catalán, en Figueras (Gerona) en 1952.

Pasó su infancia en Cádiz y reside en el sur desde su adolescencia, con Sevilla como base operativa. Allí cogió «ritmo musical y vital» y armó su primer lío con otros pájaros de mucha cuenta musical, los hermanos Raimundo y Rafael Amador.

La carrera musical de Kiko Veneno ha discurrido como el Guadiana a lo largo de casi cuatro décadas. Desaparecido durante largas temporadas, el singular compositor y cantante resurge siempre avalado por la avasalladora originalidad de la que ha dado prueba en discos y escenarios. Fundador del mítico grupo Veneno, este genuino creador sin ínfulas que no ha dejado de tender puentes entre la copla y el rock vuelve a dar el cante con sesenta años cumplidos. A una edad en la que muchos atisban la jubilación, Kiko Veneno acelera y disfruta de una dulce y activa madurez bendecida ayer con un Premio Nacional de Músicas Actuales que le reconoce como uno los pilares de la música popular española en el último medio siglo. La noticia le pilló «tomando unas birritas».