Jean Reno le enmienda la plana a Ferrán Adrià

La Voz SARA BRITO | COLPISA

CULTURA

El actor francés presenta la comedia «Chef, la receta de la felicidad» junto a Santiago Segura

27 nov 2012 . Actualizado a las 00:20 h.

No es que Jean Reno (Casablanca, 1948) sea precisamente un gran cocinero («mi especialidad son las sopas, en invierno y en verano, pero poco más», reconoce), pero lo cierto es que en la pantalla grande lo veremos el próximo 5 de diciembre embutido en el uniforme de un cocinero en aprietos en la comedia, Chef, la receta de la felicidad, presentada en el pasado Festival de San Sebastián abriendo la sección Cine y Gastronomía.

El actor francés conversa fluidamente en español dejando claros sus orígenes: nacido en Casablanca de padres gaditanos exiliados del régimen franquista, se crió en Marruecos, para pronto instalarse en Francia e iniciar una carrera de actor marcada por sus colaboraciones con Luc Besson (El gran azul, León el profesional) y por su tendencia a brillar especialmente en comedia (Los visitantes) o en el cine de acción de calidad ('Ronin'). «Yo me siento cómodo haciendo cosas diferentes. No busco hacer siempre la misma película», confiesa.

En Chef, la receta de la felicidad, Reno interpreta a Alexandre Vauclair, cocinero jefe de un restaurante con tres estrellas Michelin que no se entiende con la nueva dirección de la empresa propietaria, que prefiere apostar por la nueva cocina molecular, de la que Vauclair echa pestes. Estancado y sin ideas nuevas, dará con un nuevo ayudante de cocina autodidacta, obstinado y con talento que acabará mostrándole un nuevo camino.

La película no habla solo de cocina sino de la deriva ultraliberal y deshumanizadora que viene asolando las distintas parcelas de las sociedades contemporáneas. «Lo que cuenta la película no es exclusivo del mundo de la cocina. Eso de que las cosas estén basadas solo en los beneficios es algo que está pasando en todo el mundo. Ocurre particularmente cuando hay calidad en algo y viene alguien con el bolsillo lleno de billetes.

La pregunta es ¿voy a vender mi alma por dinero?», se pregunta el actor. Él reconoce que se ha hecho esa pregunta muchas veces, pero que sigue a las personas, no al dinero. «A mi me importa que me dejen inventar, y tener un buen ambiente de rodaje en el que vayamos construyendo la película todos juntos», asume.

En esta comedia francesa entre fogones, hay una sorpresa 'made in Spain': la aparición estelar de Santiago Segura, que irrumpe en la piel de una suerte de consejero en cocina molecular procedente de España: un claro guiño paródico a Ferrán Adriá. A Reno no le importan las rivalidades entre la cocina española y la francesa: él continuará haciendo sus sopas y siguiendo, como dice, «a las personas».