San Sebastián corona a Oliver Stone y a Travolta

m. a. fernández SAN SEBASTIÁN / E. ESPECIAL

CULTURA

VINCENT WEST

Hoy se proyecta la coproducción gallega «Los increíbles»

24 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Siguiendo la pauta de buena parte de los catorce festivales de cine considerados de categoría A, San Sebastián apuesta este año por servir de escaparate promocional al cine español seleccionando un total de cuatro filmes (dos de ellos preseleccionados para representar a España en los Óscar) para competir por la Concha de Oro: El artista y la modelo (Fernando Trueba), Blancanieves (Pablo Berger), El muerto y ser feliz (Javier Rebollo) y la coproducción con Italia Volver a nacer (Sergio Castellitto). Fuera de concurso se proyectan Atraco! (Eduard Cortés) y la esperada Lo imposible (J. A. Bayona). La presencia española se extiende a Zabaltegi-Perlas y también a la sección Nuevos Realizadores, con tres títulos esta última, entre ellos el documental Los increíbles, presentado por la joven productora compostelana Frida Films, que el año pasado estrenó la muy notable La mujer del eternauta. Escrito y dirigido por Javier Valero, se centra en la historia de tres personas que luchan por vivir frente a la muerte, el desamor y la soledad. El documental muestra sus vidas cotidianas entre el sufrimiento y el rechazo y su lucha por encontrar la felicidad, porque a su manera son unos héroes.

En la parte más glamurosa del festival y en medio de una gran expectación mediática, ayer los estadounidenses John Travolta y Oliver Stone acogieron con «especial placer» sendos premios a sus carreras en el Festival de San Sebastián, donde presentaron su película Salvajes en compañía de otro de sus protagonistas, Benicio del Toro.

El director Oliver Stone recibió anoche el primero de los dos Premios Donostia Especial 60.º aniversario, por ser «uno de los directores más emblemáticos del cine moderno americano». El cineasta resumió todo lo que le gusta de San Sebastián: «Sus mujeres, la comida...; si puedo, me jubilaré aquí».

John Travolta, que regresó después de 29 años para llevarse un Premio Donostia, es feliz de que «un grupo de personas se reúnan para celebrar el trabajo de alguien», en momentos en los que parece que todo el mundo «disfruta destrozando a los demás».