Alejandro Sanz: «Se confunde una canción con una aplicación de móvil, y la música es más»

Darío Manrique / Colpisa

CULTURA

24 sep 2012 . Actualizado a las 23:03 h.

Las ruedas de prensa de superestrellas pueden ser asuntos resbaladizos.

Entre los asistentes a veces se confunden, en la misma persona, el periodista con el fan, y entre aclamaciones al «maestro» y declaraciones de amor incondicional -«se me ponen los vellos de punta», «tu música es todo un regalo»- se consume el tiempo y muchas preguntas acaban siendo panegíricos.

Pero Alejandro Sanz, después de 20 años de carrera, tiene ya suficiente callo, sabe recibir los cumplidos con simpatía y elegancia torera y, cuando le dejan, cuenta cosas interesantes.

En esta ocasión presentaba La música no se toca, su noveno disco y el primero con la discográfica Universal, hoy a la venta. Es un álbum sin demasiada presencia los aires flamencos o latinos que le han hecho popular, en beneficio de un pop más sinfónico, electrónico y sin clara denominación de origen, tal vez una vuelta -relativa- al sonido melódico de sus comienzos pero con todo lo aprendido en estos años : «Es imposible que el flamenco no esté presente en mis discos porque mi forma de cantar es flamenca», señaló Sanz: «Cuando busqué al productor, el elegido, el colombiano Julio Reyesí, quería que tuviera formación clásica, era algo que había ido perdiendo en mis últimos discos. Siempre me ha gustado tener una parte sinfónica, con arreglos de cuerdas. Y en algunos temas también se recuerdan sonidos de los 80. Cada canción, en definitiva, es un homenaje a un artista o sonido que alguna vez me ha gustado».

El título del álbum, que estrenará en directo el 28 de noviembre en el Palau de la Música de Barcelona, puede parecer hasta amenazante, aunque Sanz lo vea más como una declaración de principios: «El título no es más que una oda a la música. Parece que hay muchas cosas que pueden cambiar alrededor tuyo, pero la música es innegociable para mí, no se toca». La música por encima de todo, entonces, aunque los nuevos tiempos impliquen que el negocio que la rodea haya cambiado mucho en estas décadas: «Cambia la forma en cómo llega a la gente y cómo se consume, y a veces se confunde una cancion con una aplicación de iPhone. Y la música es mucho más que una aplicación de móvil, no hay que confundir una cosa con otra».

Entre las 13 canciones -«un número que no te creas que me hace mucha gracia, como buen andaluz», dijo Sanz, de padres gaditanos- se incluye una mención a sus 20 años de carrera, la canción Yo te traigo... 20 años: «No quería celebrarlo con un concierto o un disco especial, me parecía más bonito hacerlo con una canción como esta, un agradecimiento a la gente que me ha acompañado en este tiempo».

Ni economista, ni político

«Recuerden que no soy ni economista ni político», dijo Alejandro Sanz nada más empezar el encuentro con la prensa, como queriendo evitar meterse en jardines que alguna vez le han valido, en Twitter, la ira de esa masa iracunda en la que a veces se convierte el llamado colectivo internauta: «Yo hace tiempo que me resigné a quedarme donde soy útil, a no ir campo a través enfrentándome a miles de personas, a ese ruido de ahí fuera: hace tiempo que dejé de ser político, economista, decorador o árbitro de baloncesto. Me gusta estar donde estoy y hacer lo que hago, que es música».

Pero ni aún así pudo el músico madrileño de 43 años librarse de una pregunta sobre la crisis: «La cosa está fatal, es muy complicado lo que pasa en España. Lo que pretendo es alegrarle la vida un rato a la gente que escuche mi música. Simplemente. Ni siquiera los que tienen que solucionar esto saben lo que hay que hacer, así que yo menos. Este país ha tenido que pasar situaciones muy complicadas y ha salido adelante, y creo que lo haremos otra vez. Pero hay mucha gente que lo está pasando realmente mal. Ojalá pase pronto».