Un cambio en las relaciones entre la diócesis y el cabildo santiagués

La Voz

CULTURA

16 sep 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

El hallazgo del Códice Calixtino, un año después de su desaparición, supuso una inflexión en la historia de la catedral de Santiago y también en las relaciones entre el cabildo y el Arzobispado.

El Arzobispado y parte del cabildo asumieron tras el robo del libro la necesidad de modernizar los modos de funcionamiento del templo y se fueron produciendo algunos cambios, el primero de ellos relevar al deán, José María Díaz, de su función de archivero, cargo para el que fue nombrado Segundo Pérez.

En esa misma línea, la catedral hizo públicos los datos de sus recaudaciones y, en aquel momento, actuó como portavoz del cabildo el responsable de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo.

La cesión del Códice Calixtino para la exposición de la Cidade da Cultura volvió a generar algunas tensiones, puesto que algunos de los integrantes del cabildo no son partidarios de que el libro salga de la catedral.

La catedral quiere recuperar el dinero encontrado al ladrón del Códice Calixtino y anunció que una parte de esos 1,7 millones de euros se destinarían a sufragar los gastos de conservación y las reparaciones necesarias en el templo.

El juez explicó en su día que eso sería posible si nadie se oponía y señaló que una forma de hacerlo es que la catedral lo recupere en depósito de manera que pueda ser utilizado, pero sigua condicionado al desarrollo de las investigación y el posterior juicio. El cambio de abogada por parte de la familia del autor del robo puede producir un retraso en esa recuperación, al producirse una variación en la línea de la defensa.