Celebra en su pueblo el Festival de la Luz, acto solidario contra el cáncer
26 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Luz Casal ilumina de arte nuestras vidas pero, también, de sentido común y de una ternura que parte de su sensatez. Por eso, cuando uno llega a hablar con Luz de su gran I Festival de La Luz (22 y 23 de septiembre), de sus vatios, metros cuadrados de recinto, cantidad de espectadores, horas de concierto? se termina hablando de esas ideas de la vida con mayúsculas. Y todo da sentido a lo lúdico del festival que prepara Luz y al agradecimiento a su aldea, Boimorto, a Galicia, a Asturias, a su familia, a sus músicos, a sus compañeros? Rosendo, Manolo García, Dover, Luar Na Lubre, Chris Barron, Vega, Eladio y Los Seres Queridos, Novedades Carminha, Eme dj, y la propia Luz Casal se subirán al escenario en el recinto del festival, que contará con un gran espacio para su desarrollo, zona de acampada y áreas dedicadas a la gastronomía, exposición de artesanía, de productos de la tierra, actividades para los niños.
-Hacer un festival como este, delante de su casa, es toda una declaración de amor y principios hacia sus raíces? ¿Qué le gustaría que vieran sus paisanos y el público que se acerque al Festival de la Luz?
-Mi idea era hacer algo diferente. Un festival que tuviera esa parte musical pero que interviniera más gente. Hacer algo que revirtiera también en las empresas del Concello de Boimorto. Y, claro, que cuente con invitados y artistas de gran nivel, y que pueda ser como una romería para un público mayoritario de todas las edades.
-Es decir, ¿será un festival musical y una romería?
-Tendrá ingredientes de todo eso. Habrá puestos de artesanía, de productos del campo, de gastronomía, espacio para que jueguen los niños, para que los que se quieran quedar acampen? Y nuestra idea es que no sea un evento masificado, pero al que pueda acudir gente de todo tipo, de todas las edades y con todo tipo de gustos musicales.
-Esta idea tiene pinta de partir de la Luz más próxima a su tierra, a su gente? ¿Fue así?
-Es que esa relación se hace necesaria porque siempre lo ha sido. La naturaleza, lo rural, la familia? Nunca he perdido de vista de donde procedo. He estado el 90% de mi vida en lugares más poblados, vivo en una ciudad pero no olvido que nací en Boimorto. Por eso, este festival tiene que ser un lugar de encuentro de todas esas cosas. Que se puedan ver niños, mayores, y gente de todas las edades, precisamente en un lugar donde la naturaleza está tan presente que pasa a ser una participante más.
-¿Cuándo será el momento en el que sienta más ilusión?
-La ilusión ya la tengo satisfecha, porque ya es un regalo toda la demostración de afecto y colaboración de los músicos. A un nivel tan alto que no podría destacar a ninguno del cartel. La respuesta que he tenido ha sido tan buena que nos permite tener variedad, músicos de diferentes generaciones, que haya músicos gallegos... Toda la taquilla irá para la Asociación Española Contra el Cáncer. La verdad es que es una alegría que se sumen de esta forma y que el sueño se realice.
- Y el precio, 10 euros, no puede ser más apetecible?
-En el entorno en el que se celebrará y con las facilidades para llegar, instalarse y demás, más los músicos que saltarán al escenario y las otras actividades que habrá, 10 euros es un buen precio. Menor al que puedes pagar por ver a uno solo de los artistas que participan. Y nos importa mucho que el público esté cómodo. El alcalde insiste en que los servicios tienen que estar ¡muy limpios!
-Artísticamente, ¿qué criterio se impuso a la hora de seleccionar el cartel?
-Quería que participara gente diversa. No quería algo temático, porque, de hecho, yo misma no me quedo en un solo género. Quiero que la gente vea un grupo que le gusta mucho y que cuando llegue otro que le gusta menos, se tome una ración de pulpo o cuide de sus pequeños. Son artistas de estilos dispares pero con cierta armonía.
-¿Cuál será el umbral del éxito del Festival de la Luz?
-Alrededor de 5.000 personas para este primer año estaría fenomenal. Todo lo que pase de 10.000 sería excesivo. Hay que hacerlo de forma que el público sepa que puede confiar, sin masificaciones, con una cantidad que no sea insufrible para el espectador, y que pueda pensar en volver el año que viene. También está siendo un éxito el apoyo de firmas. Pero sobre todo, o tan importante, el de mis colegas músicos.
«No quería un festival temático porque, de hecho, yo no me quedo en un género»