El director cree que la subida del IVA «no tiene tanta relevancia como se le quiere dar» y cree que será «una anécdota» porque hay «heridas» anteriores en el sector
17 jul 2012 . Actualizado a las 22:27 h.El director de cine David Trueba ha afirmado hoy que el cine español «está abandonado de la mano de Dios» y que la subida del IVA será «una anécdota» porque hay «heridas» anteriores en el sector, en la estructura comercial y el ámbito de la exhibición, entre otros asuntos.
El director cree que la subida del IVA «no tiene tanta relevancia como se le quiere dar» y ha lamentado que las aportaciones al cine en subvenciones a la producción y el mantenimiento de salas son «ridículas», en comparación con «las inyecciones de capital» que están recibiendo otras industrias. La idea de que el cine está muy subvencionado es «una mentira de tal calibre que da pereza hasta luchar contra ella», ha asegurado, aunque ha añadido que, «en un momento en el que el 90% de la población lo está pasando mal, es feo que nos quejemos por oficios» y «deberíamos empezar a pensar en el país que queremos». «Todos somos muy corporativistas y nos preocupa el periodismo pero no la minería, por ejemplo», ha lamentado Trueba, quien ha considerado que «necesitamos equilibrarnos como país y solidarizarnos entre todos los sectores».
La nueva película de David Trueba, Madrid 1987, relata como un veterano articulista, interpretado por José Sacristán, y una joven estudiante de periodismo, a la que da vida María Valverde, se quedan encerrados en un baño público. Esta situación da pie a un enfrentamiento entre una generación que «venía de la transición, con una enorme autoridad moral e intelectual» y otra que «llegaba sin saber qué había un pasado».
«Es una suerte para este tipo de películas sin grandes posibilidades comerciales que haya muchos festivales en el mundo interesados en mostrar cines distintos, lo que le da una doble vida a la película y permite que se conozca fuera y poder venderla a otros países», ha asegurado. En estos festivales, Trueba ha comprobado que Madrid 1987, pese a referirse a la Transición española, «se entiende muy bien en otros países» porque «los asuntos esenciales de la película son comunes al género humano» y «todos los países, antes o después, tuvieron una transición parecida».