Rodrigo Cortés: «Robert de Niro es más grande que la vida»

antonio martín guirado LOS ÁNGELES / EFE

CULTURA

El realizdor gallego estrena el viernes en Estados Unidos su largometraje «Luces rojas»

11 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Casi dos años después del estreno en EE. UU. de Buried, la película con la que Rodrigo Cortés rompió moldes, ahora al director le toca el más difícil todavía: volver a sorprender a Hollywood con su última cinta, Luces rojas, que protagoniza un actor «más grande que la vida», Robert De Niro. «Es el tío que si conoce al papa, al que le hace ilusión es al papa», dice Cortés ante el estreno del filme este viernes en Estados Unidos. «Soy un privilegiado por haber trabajado con el actor vivo más grande de la historia. Reaccionó de forma poderosa al guion y describió los diálogos en términos difícilmente repetibles», añade el realizador gallego.

En su segunda experiencia estadounidense tras la aclamada Buried, Cortés traza en Luces rojas una fina línea entre percepción y realidad mientras sigue a dos investigadores de fraudes paranormales (Sigourney Weaver y Cillian Murphy). Su actividad cambiará cuando Simon Silver (De Niro) se cruza en su camino.

El cineasta es consciente de que Buried fue una película «única, en el sentido de ser singular» -toda ella discurría dentro de un ataúd- y que el siguiente paso que diera en su carrera iba a suponer «un riesgo inevitable», un camino que Cortés compara con el que emprendieron autores como Christopher Nolan tras Memento o Night Shyamalan después de El sexto sentido.

Luces rojas se estrenó en España en marzo. «Las épocas de estreno distorsionan mucho. En esos meses la película se convierte en una hamburguesa y se busca la mejor forma de venderla. Las reacciones que generan son como muy definitivas y las opiniones buscan convertirse en mármol. Pero de algún modo las películas solo empiezan a serlo dos años después, cuando pasa la carga de ansiedad y se convierten en una experiencia limpia», señala.

Apuesta personal

Cortés, de 39 años, es el director, guionista, montador y productor de Luces rojas, una apuesta tan personal como el significado de algunos de los diálogos ya que hay algo del realizador «en todos los personajes». «No estoy interesado en creer en las cosas, sino en entenderlas», subraya. «Respeto las creencias, pero quiero que mi percepción del mundo sea útil. Por eso prefiero centrarme en esta vida, que es la que puedo manejar ahora», concluye.