México despide a Carlos Fuentes

La Voz

CULTURA

Alex Cruz / Efe

El escritor, que falleció ayer a los 83 años de edad, fue homenajeado en el Palacio de Bellas Artes

16 may 2012 . Actualizado a las 23:04 h.

El féretro del escritor mexicano Carlos Fuentes, que falleció ayer a los 83 años de edad, fue cubierto este miércoles con la bandera de México, el país que retrató de tantas maneras en sus libros y ensayos, en un homenaje que reunió a familiares, amigos y figuras de la cultura y la política en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México.

Seis personas cargaron, entre aplausos, el ataúd cerrado y lo colocaron sobre una alfombra roja en las escalinatas de recinto. Ahí fue cubierto por la bandera verde, blanca y roja de México y al final de la ceremonia se montó una guardia de honor para despedirlo.

«Hoy rendimos homenaje al hombre que hizo más grande el tiempo mexicano, al escritor que amplió las fronteras de nuestro idioma», dijo la máxima responsable gubernamental de cultura, Consuelo Sáizar.

«Difícilmente podríamos entendernos sin Carlos Fuentes (...) Él afinó nuestra mirada y nos enseño a deletrear a la nación», agregó.

Fuentes, que estaba en plena actividad y se disponía a escribir una nueva novela titulada El baile del centenario, murió el martes al mediodía en el Hospital Ángeles de Ciudad de México a los 83 años de una hemorragia masiva en el tubo digestivo que se le presentó cuando estaba en su casa esa misma mañana.

Sentido homenaje

El homenaje se realizó en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, el principal recinto cultural mexicano, con presencia de la viuda de Fuentes, la periodista Silvia Lemus, con la que tuvo dos hijos, Natasha y Carlos, que murieron sin pasar los 30 años.

Otros de los asistentes fueron la hija del escritor Cecilia Fuentes, fruto de un primer matrimonio con la actriz Rita Macedo, el presidente de México, Felipe Calderón, y su esposa Margarita Zavala, y escritores como Jesús Reyes Heroles y Elena Poniatowska, que cumplirá 80 años el sábado.

El gran ausente fue el Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, de 85 años, que vive en Ciudad de México y que entabló una amistad con el autor de La muerte de Artemio Cruz y El espejo enterrado que empezó en 1962 y duró hasta su muerte.

Calderón, uno de los cuatro oradores, dijo que México se despide del autor de Aura con enorme tristeza, pero también con «profunda admiración y gratitud».

«Ha fallecido uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos, quizás el más reconocido y el más admirado de este siglo XXI», expresó.

«Ni su pensamiento ni sus libros ni su crítica morirán jamás.

Carlos Fuentes vivirá en sus obras, en su palabra, en varias generaciones de mexicanos», agregó. «Carlos Fuentes ha muerto para ser amado más».

Reyes Heroles, amigo de Fuentes, recordó al escritor como un gran conversador, un hombre disciplinado y generoso, viajero insansable y admirador de las mujeres bellas.

«Fuentes era un gran seductor que atrapaba con un solo instrumento: la palabra», expresó. «También estaba ese Carlos capaz de cantar tramos enteros de Don Giovanni o de repetir al alimón con García Márquez grandes párrafos de Quevedo o de Góngora».

«Qué hombre más complejo y completo era Fuentes», agregó. «Fuentes se tomó en serio su oficio y eso debe ser ejemplo para muchos».

El alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, que era el «gallo» de Fuentes para pelear por la presidencia en julio pero no obtuvo la candidatura de la izquierda, recordó al escritor como un «entrañable amigo, maestro, crítico, un gran mexicano».

«Era ante todo el abogado de la esperanza mexicana», señaló, porque aunque estaba preocupado por su país nunca se sintió «decepcionado de la grandeza mexicana».

Fuentes, cuyos restos serán cremados, había dicho en Buenos Aires, días antes de morir, que tenía una tumba con la lápida lista en el cementerio de Montparnasse de París, donde reposan sus hijos Carlos y Natasha.

«Tengo un monumento muy bonito esperándome», dijo a la prensa argentina. «Se acerca el momento de ir a ocuparlo».