Sara Montiel reconquista EE.UU. medio siglo después

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

CULTURA

Con 84 años confesados, la manchega acaba de realizar una minigira por tres ciudades estadounidenses

05 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Sara Montiel ha vuelto a Estados Unidos más de cincuenta años después de aquella primera vez, cuando desde México arribó a Hollywood convertida en una estrella. Ahora, con 84 años confesados, la manchega acaba de realizar una minigira por tres ciudades estadounidenses, donde recordó anécdotas de su vida, de su carrera, de sus películas. Todo sonrisas hasta que le preguntaron por los periodistas que indagan en la vida de los famosos. «No son gente, se llaman gentuza», dijo.

Pero a excepción de ese ligero enfado, el resto de Sara Montiel fue lo que es habitual en ella: humor inteligente y recuerdos sorprendentes. Como el de que estuvo dos veces a punto de ir a la cárcel en Nueva York. Una de ellas porque iba con su amiga la cantante de jazz Billie Holiday y a esta no la dejaron entrar en el restaurante Four Seasons porque era negra. Sara decidió entonces tirar de los manteles de varias mesas, «cuatro o cinco», en que comensales blancos sí cenaban. O cuando entró -«no iba muy bien vestida, la verdad», reconoció- en una joyería para que le arreglaran uno de sus famosos anillos de diamantes inmensos.

Sara Montiel participó esta semana en un homenaje de la Universidad de Cincinnati, titulado El papel de la mujer actriz y cantante durante el franquismo, y en dos actuaciones organizadas por el Instituto Cervantes de Chicago y Nueva York. El éxito fue inmediato. Las entradas se agotaron días antes y el teléfono de su sede sonó sin parar. Decenas de personas buscaban alguna forma de poder acceder a la actuación de Sara Montiel.

Y ella no decepciona. Canta, ironiza, recuerda, sorprende? «Me he casado cuatro veces pero todavía me faltan unas pocas más», dijo ayer en Nueva York. Y habló durante casi dos horas de sus recuerdos: «Voy a cumplir setenta años trabajando, porque hice mi primera película a los catorce y desde entonces no he parado».