Anni B. Sweet presenta «Oh, Monster» y anuncia un próximo disco en español

EFE

CULTURA

Cristina Montellano

La malagueña estrenará su nuevo álbum en Pontevedra y Ferrol el 11 y el 14 de mayo

23 abr 2012 . Actualizado a las 21:55 h.

La soledad, el miedo a envejecer y los múltiples padecimientos por amor son algunos de los demonios personales que la dulce y autodeclarada «pesimista» Anni B. Sweet ha reunido en su segundo disco, Oh, Monster!, un álbum íntegro en inglés que precede a otro inminente trabajo en castellano.

La española Ana López, o Anni B. Sweet, como se bautizó artísticamente imitando el juego de palabras de Johnny B. Good, saltó a la fama con su anterior disco, Start, Restart, Undo (2009), que incluyó su conocida versión de Take on me de A-ha. Después de una larga y exitosa gira nacional e internacional, durante la que intercaló la composición de su nuevo álbum, publicado por Subterfuge Records, recopiló un abundante repertorio, del que escogió una muestra representativa de su evolución musical en estos tres años.

Así, transita del folk a composiciones mucho más atmosféricas, que a veces rozan el onirismo lánguido de The Cranberries o Lana del Rey, aunque no fuese algo buscado. Es la temática la que da unidad a las 14 canciones, en las que da rienda suelta a sus monstruos, pese a que, como reconoce, nada podía irle mejor. «Era todo muy nuevo y me veía sola en algunos viajes, analizándome de una manera que no había hecho antes. A veces la belleza o la alegría también te inspira mucha tristeza», ha explicado hoy en Madrid.

«Soy bastante insegura y tiendo mucho a buscar lo malo cuando sucede algo bueno. Y, si lo buscas, lo encuentras», reconoce entre risas, después de haber tocado junto a figuras como Antonio Vega y en marcos como el Festival Internacional de Beniccasim.

Pese a su juventud, Sweet (Málaga, 1987) habla en sus nuevas canciones del miedo a envejecer, de la pérdida de la ilusión adolescente y del desencanto en temas como Getting Older, en el que muestra «más caña» y rabia respecto de la acostumbrada en esta compositora, que lleva la dulzura hasta en el apellido. «He pasado por una etapa en la que he estado muy tranquila y creo que eso se refleja. Es como si hubiese habido una tormenta enorme, pero yo lo contara al día siguiente, desde la calma», cuenta.

A su pesar, también se la reconoce y se la compara a menudo con otra artista, Russian Red, con la que comparte nacionalidad, su gusto por el sonido retro y lánguido e, incluso, al productor Brian Hunt. Ella, que afirma que sus referentes están en los años 60 y 70 y en artistas como Joanna Newsom y Hope Sandoval, de la banda Mazzy Star, ha contado esta vez con nuevos productores: Guillermo Galván (Vetusta Morla) y Ángel Luján. «La decisión no ha sido por Lourdes (alias Russian Red). Si hubiese pensado en ella, habría tenido que dejar de cantar hace tres años, porque la gente sólo me hablaba de ella», insiste la malagueña, que repite como un mantra que solo hace lo que le sale de dentro.

Aunque su madre canta flamenco y ella se declara admiradora de Camarón de la Isla, en sus temas no hay ni rastro de su acervo andaluz. Educada en un colegio británico, afirma que nunca forzó la composición en inglés y añade orgullosa que es ahora cuando empiezan a surgirle más fluidamente los temas en castellano. Consciente de que el inglés le ha abierto tantas puertas como le ha cerrado, anuncia que en unos meses publicará sus canciones en español, que constituyen «otra historia» respecto a Oh, Monster!, «quizás una vuelta a los orígenes, más folkies».

Igual muestre algunos en su nueva gira, que arrancará el próximo 4 de mayo en Valladolid y que la llevará también a Madrid el día 25 y a festivales como el Arenal Sound y el Low Cost. El 11 y el 14 de mayo recalará en Pontevedra y en Ferrol.