China censura el desnudo de Winslet en «Titanic 3D»

esperanza calvo PEKÍN / CORRESPONSAL

CULTURA

La versión original del filme había sorteado hace quince años las tijeras del régimen comunista

11 abr 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

No se trata tan solo de silenciar disidencias políticas, violaciones de los derechos humanos o las continuas autoinmolaciones de monjes en el Tíbet. Esta vez lo que los chinos no han podido ver en una pantalla es algo tan inocente como los pechos de Rose (Kate Winslet) cual maja desnuda posando ante la atenta mirada de Jack (Leonardo DiCaprio) en Titanic 3D. «He estado esperando 15 años y no ha sido para ver icebergs en tres dimensiones», escribía un decepcionado espectador en su cuenta de Weibo, el Twitter chino. Su comentario ha sido reenviado cientos de veces, porque la censura de Titanic 3D ha sido uno de los temas candentes del día. Para los internautas, lo más surrealista es que hace 15 años Titanic se estrenó en China sin censura. El corte provoca reacciones de humor, pero también de hartazgo e indignación por la decisión tomada por la Administración Estatal de Cine, Radio y Televisión, institución competente para cortar escenas de películas «obscenas», «violentas» o «inapropiadas».

No es la primera vez que los censores ponen sus tijeras al servicio de la moralidad. En enero, el Gobierno chino decidió retirar dos tercios de los 126 programas de entretenimiento que se emitían vía satélite. Los consideraron «frívolos, vulgares y de mal gusto, opuestos a la cultura tradicional china y a los principios del socialismo». Se trataba de programas de testimonio, de búsqueda de pareja o de triunfar en el mundo de la canción. Todo se debe a una campaña aprobada en octubre del 2011 por el comité central del Partido Comunista chino para la reforma del sistema cultural.

Los pechos de Rose en la versión tridimensional de Titanic son quizá la punta del iceberg de la contradicción entre la moral oficial y la real de los chinos.

No es de extrañar que en este país florezcan las tiendas de deuvedés piratas, videoclubes exactamente iguales que los de España, pero con unas laberínticas trastiendas que esconden, con apenas días de diferencia, los últimos éxitos recién estrenados en Hollywood a tan solo 10 yuanes (1 euro). Y donde se puede comprar Titanic sin censura desde hace 15 años.