«Trabajar con Ariel Rot nos ha abierto muchas puertas, a él lo impresionamos»

CULTURA

Oscar Vázquez

La banda presenta su último disco, «Muchas noches, buenas gracias», en un concierto en el que desplegarán su habitual descaro sobre el escenario y su mezcla explosiva de «funk» y rock

30 mar 2012 . Actualizado a las 18:58 h.

Phantom Club no es una banda de rock cualquiera. Se trata de un grupo formado por músicos franceses, gallegos y argentinos que saben que la mezcla de sus raíces es la clave de su éxito. Gustavo Romero es uno de los componentes que se encarga de poner el toque de nuestra tierra a los temas con su talento para el saxo. Jugador de voleibol profesional, hace malabarismos para compaginar sus dos pasiones con su trabajo como maestro en Boiro. Ganas no le faltan y así explica cómo han conseguido subir como la espuma en el mundo de la música.

-¿Como se plasma en sus canciones la variedad de los orígenes de los componentes de Phantom Club?

-Aunque parezca raro, la mezcla de estilos queda muy natural. Somos capaces de unir funky con hip-hop como si nada. La verdad es que yo mismo me quedé impresionado cuando llegué a la banda para reforzar la sección de viento, gracias a una recomendación de uno de los miembros de Muchachito Bombo Infierno.

-Grandes artistas como Ariel Roy o Andy Chango han colaborado en su último disco, ¿cómo ha resultado la experiencia?

-Ha sido impresionante y creo que se nota en el resultado del disco. Somos conscientes de que trabajar con Ariel Rot nos ha abierto muchas puertas; a él lo impresionamos con nuestra fuerza en directo.

-Los temas sobre los que giran su canciones no son los típicos, como el amor o el desamor, van más allá....

-Así es, tratamos de que la reivindicación también esté presente. En nuestra canción Funkymacín, donde quisimos hacer alusión al medicamento, hablamos de esas típicas noches en las que sales por ahí, pero llegas a casa y las preocupaciones no te dejan dormir. Funkytown, que puede ser el tema más pegadizo, trata de introducir la esperanza en una época de crisis donde la alegría parece que brilla por su ausencia.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Después de este concierto en A Coruña y de visitar Lugo participaremos en un festival en Madrid. Nuestro objetivo es triunfar a nivel nacional. Si conseguimos eso creo que podemos darnos por satisfechos.

-¿Cuál de sus pasiones prefiere, la música o el deporte?

-No sabría elegir, llevo compaginando las dos cosas desde niño, cuando iba a la escuela de música y después a los entrenamientos. Las dos cosas se complementan. Cuando estoy en la cancha jugando al voleibol solo pienso en ganar, y lo mismo cuando me subo a un escenario. En este deporte trabajar en equipo es clave y me ha enseñado también a controlar los egos que pueden surgir en una banda de música.

-¿Cómo descubrió su talento para la música?

-Aun lo estoy descubriendo. El problema de dedicarse a tantas cosas es que no consigues explotar todo tu potencial. Voy a aprovechar mi corta vida deportiva y después me centrare de lleno en la música.

-¿De dónde saca el tiempo?

-Parece imposible, pero estar siempre activo es una forma de vida y es posible compaginarlo todo. Ensayamos en Bembibre, ya que la mayoría de los componentes del grupo viven en la provincia de Pontevedra.

-¿Por qué este título para el último disco?

-Es un juego de palabras, uno de nuestros toques argentinos.

A CORUÑA | Viernes | Le Club | 22.30 horas | 5 euros en taquilla