Janés, Rossetti y Montero defienden el papel del poeta

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Los tres autores participaron ayer en CoruñaMayúscula con una apuesta por el vigor y la actualidad de la poesía

21 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

O musical Galicia caníbal, que en xullo se levará a teatros de cidades galegas, suporá unha banda sonora dos anos oitenta e a «movida galega», ao ritmo dos himnos de Siniestro Total, Os Resentidos, Golpes Bajos e outros grupos. Trátase dun espectáculo ideado por Antón Reixa, con dirección escénica de Quico Cadaval, música en mans de Pablo Novoa (ex Golpes Bajos) e a dirección artística de Curru Garabal (Primos). EFE

Sus versos han sonado en el desierto de Túnez, en la populosa México, en el santuario lírico de Medellín, en el Museo Reina Sofía y anoche en el Ágora. A los tres les une la pasión por la poesía, además del tresillo del Hotel Zenit, en el que ayer hablaban de la lírica, para la cual, sostienen, no son tan malos tiempos. Clara Janés (Barcelona, 1940), Ana Rossetti (Cádiz, 1950) y Luis García Montero (Granada, 1958) participaron en el festival literario CoruñaMayúscula, que arrancó en la tarde de ayer y concluirá mañana, jueves. Rossetti acaba de regresar Estados Unidos: «Allí a los escritores y poetas se les tiene tanta consideración que hasta te da un poco de corte; se asombran mucho de que tengamos tantos libros publicados».

«No dejo nunca de traducir a Holan aunque no sé si un día lo publicaré o no; cada día hago un cuarto de hora, como si fuera de oración, y ahora estoy con lo más endemoniado que son unas prosas, supuesto diario inventado», decía Clara Janés. Esa mezcla de «la realidad y la vida mental es justamente lo que está pasando ahora en la poesía española», decía.

Para García Montero, «la poesía española tiene mucha energía porque los jóvenes están haciendo una obra bien interesante, bien personal, y son los que marcan la temperatura de la poesía; para ver el estado de salud de la poesía hay que mirar a los jóvenes». Sostiene que la sequía le parece «más política que poética, se está hablando demasiado de economía y la crisis tiene más que ver con la cultura». Para Rossetti, «la poesía no es solo lo que dicen los libros de texto: En lo del 15-M hay muchos eslóganes que son pura poesía».

Los lectores asisten a los recitales, hay facilidad para editar y si no, se puede hacer en Internet. Pero los poetas no compran poesía: «Si no, con todos los que hay, seríamos millonarios», bromea Rossetti, quien, a pesar de todo, defiende la buena salud de la lírica.