Galicia guarda más de 300 obras de arte del Museo del Prado

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Tras la última cesión, Belas Artes de A Coruña tiene la mayor cantidad

04 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Belas Artes sale ganando en calidad y cantidad con el cambio». Esto decía Ángeles Penas Truque, directora del Museo de Belas Artes de A Coruña, después de la renovación de una de las salas con diez obras cedidas por el Museo del Prado. Estos lienzos sustituyeron a otros nueve de gran tamaño, pintados por Vicente Carducho, que fueron trasladados desde el centro coruñés a la localidad madrileña de Rascafría. Con esa decena de lienzos, son 75 las obras que la pinacoteca madrileña tiene depositadas en el Museo de Belas Artes, convirtiéndolo en la institución gallega que conserva más obras del Prado.

Aunque solo una menos que dicho centro conserva el Museo de Pontevedra; de las 74 obras depositadas, desde el Museo del Prado destacan un lienzo atribuido a Antonio Puga que lleva por título Anciana sentada y que está datado en la «primera mitad del siglo XVII», precisan.

«El Museo del Prado tiene depósitos en Galicia en 16 instituciones, con un total de 314 obras (pinturas y esculturas)», explicaron desde la pinacoteca madrileña. En la mayor parte de los casos, la presencia de estas obras es debida a las diversas vinculaciones con los centros que las custodian, con ejemplos tan nítidos como el de Santiago peregrino, obra de Juan de Flandes, que está depositado en Compostela, en el Museo de las Peregrinaciones.

Lo mismo ocurre con los últimos cuadros que han sido cedidos al Museo de Belas Artes de A Coruña, tal y como explicaba Mercedes Orihuela, conservadora del Prado, al indicar que La apoteosis de Hércules, un óleo de gran tamaño pintado por Jean Baptiste Borkens, «está muy relacionado con esta ciudad», asentada sobre la leyenda de Hércules. Otro cuadro que forma parte de la misma cesión es La caída de Ícaro, de Jacob Peter Gowy, y ambos, detalló Orihuela, están hechos sobre bocetos de Rubens, un pintor del que dicho museo cuenta con dos tablas en propiedad.

En otros casos, las cesiones en depósito vienen motivas por tratarse de obras de autores gallegos, como el titulado Ría de Mera. Costas gallegas, de Francisco Llorens Díaz, o el ya mencionado Antonio Puga, nacido en Ourense y cuya Anciana pintada también es conocido por el título de La madre del pintor.

Durante el recorrido por la renovada sala del museo coruñés, Orihuela recordó la conferencia que había pronunciado en el Museo Provincial de Lugo hablando precisamente de las obras del Prado allí depositadas, 30, «y hasta hicieron un catálogo que está muy bien».

El principal vacío en cuanto a depósitos del Prado en las ciudades gallegas es Ourense. «Aunque es algo que no recuerdo exactamente, me parece que es porque hubo un incendio y se perdieron», evocó Orihuela. También detallaba cómo desde el Museo del Prado se hace un seguimiento de todas estas obras y los conservadores o especialistas de la institución aprovechan los viajes para comprobar el estado de conservación de este tesoro artístico.

Una serie incompleta de los meses

«Estos cuadros de la escuela barroca española, flamenca e italiana representan los meses del año y falta enero porque el Museo del Prado nunca presta una colección completa». Esto explica el guía a quienes visitan un lugar, en el que sorprende encontrar once obras de la principal pinacoteca del mundo: la sede de la Fuerza Logística Operativa del Ejército de Tierra, en A Coruña; este es un edificio que albergó la Capitanía de Galicia, que se empezó a construir en 1748 y que tiene curiosidades como que se había financiado con el impuesto de un maravedí por cada azumbre de vino cosechado en Galicia durante dos años. En el pasillo de la primera planta y en el llamado salón del trono están los once lienzos.