Houston tendrá un funeral lejos de los focos

Whitney Houston, la famosa cantante que logró enamorar al mundo en los ochenta, no será enterrada en un acto público en medio de miles de fans, sino en la intimidad de su entorno más cercano, según explicaron ayer fuentes familiares, que con esta decisión quieren poner fin a más de tres décadas de exhibición pública de la artista.

Pero si la vida de la cantante transcurrió en un escaparate con vistas a la prensa, su muerte pretende pasar lo más inadvertida posible por expreso deseo de su familia.

Y es que, según explicó ayer un portavoz de la funeraria encargada del entierro, el último adiós a Houston no será en un acto multitudinario en un centro deportivo, tal y como se había anunciado en un principio, sino en la intimidad de la iglesia The New Hope, en la ciudad de Newark, en el estado de Nueva Jersey.

Solo con invitación

Las exequias, a las que solo se podrá acceder con invitación, se celebrarán a las 12.30 del sábado (hora de la costa este estadounidense) y ante un reducido grupo de familiares y amigos. «Durante más de 30 años, la familia Houston ha compartido a su hija con el resto del mundo. Esta es su ocasión estar con ella y despedirla en la intimidad de su iglesia», apuntó el mismo portavoz. Fue precisamente en esa misma capilla en la que la artista cantó por primera vez, con solo once años, como parte del coro local.

La ciudad de Newark es precisamente uno de los núcleos más importantes de la emigración gallega en Estados Unidos.