El último trabajo del director, nominado como Mejor Película Dramática a los Globos de Oro, es un relato de coraje y conexiones sobre los equinos para usos bélicos.
21 dic 2011 . Actualizado a las 18:43 h.Un caballo con «algo mágico», un tenaz campesino británico y una guerra que devasta Europa. Son los ingredientes básicos de War Horse, un relato épico de Steven Spielberg sobre los equinos para usos bélicos, que se estrena esta semana en Estados Unidos tras su reciente nominación a los Globos de Oro.
War Horse, exhibida en preestreno a principios de diciembre y ya nominada como Mejor Película Dramática a los Globos de Oro que se entregan en enero, está basada en una novela homónima para niños del británico Michael Morpurgo (1982) y en su adaptación para teatro hecha por Nick Stafford.
La película explora el fuerte vínculo del joven Albert, interpretado por el joven británico Jeremy Irvine, y su caballo Joey, que se pone a prueba con la irrupción de la Primera Guerra Mundial y el envío del animal a Francia por parte de la caballería británica. La cinta, cuya banda sonora profusa en violines deja claro el carácter épico de la historia, sigue entonces las aventuras de ambos protagonistas con crudas escenas de guerra -que no llegan a ser morbosas-, desde la búsqueda que emprende Albert para recuperar a su amigo hasta la odisea que vive Joey a medida que va pasando de dueño en dueño.
«La Primera Guerra Mundial fue el último hurra para los caballos de guerra. Eran tiempos en que la revolución tecnológica, sobre todo con la implementación de nuevas tecnologías más eficientes y crueles para matar, comenzaban a suplantar la inutilidad del caballo», explicó Spielberg a la revista Variety. Tras la llamada «Gran Guerra» europea de 1914 a 1918, «el caballo ganó una vida más bucólica y sana», dijo el director ganador de cuatro premios Oscar, uno de ellos en tributo a su carrera.
La idea de la película llegó a Spielberg hace casi dos años, cuando una productora de su equipo, Kathleen Kennedy, quien estaba de vacaciones en Londres, llevó a sus hijas a ver la obra de teatro en la que los caballos eran representados por marionetas de tamaño natural. «Luego, cuando llegué a casa hablé con Steven y le conté de qué se trataba la obra y él me dijo 'Guau, eso parece una historia, podría ser una película estupenda'», narró Kennedy desde Nueva York.
El resultado fue un producto clásico que luce ligeramente démodé, según palabras de la productora. «Creo que ya no se hacen muchas películas como esta, como esa clase de dramáticas historias épicas que se hacían muchísimo en los años 1930 y 1940». «En el buen sentido, eso es lo que hace que esta película sea un poco pasada de moda pero al mismo tiempo moderna», dijo del filme, que se lanza el día de Navidad en Estados Unidos y el 13 de enero en España.
Lo más difícil, según la productora que trabajó con Spielberg en clásicos como E.T, Indiana Jones o La lista de Schindler, «fue el hecho de que se estaban usando muchos animales y en esos casos hay que tener un cuidado extraordinario». Además, «ninguno de nuestros actores tenía experiencia con caballos, tuvimos que entrenarlos y dejar que pasaran tiempo con ellos; y luego obviamente tuvimos que entrenar a los caballos porque necesitábamos que actuaran».
El papel de Joey es representado por «cerca de 13 caballos» de varias partes del mundo, particularmente de España. En la piel de Albert está Irvine, un actor británico de 21 años que hasta ahora había tenido experiencia en televisión. «Steven sintió que quería hacer un descubrimiento, quería darle el papel a un actor joven que no necesariamente hubiera actuado demasiado (...) Y pienso que le gustaba la idea de que la inocencia del personaje fuera interpretada por un joven que no tuviera mucha experiencia», dijo la productora.
Según Kennedy, gracias a su tema y su ambientación, la película apela a todos los grupos etarios porque «los jóvenes responderán de una manera y los mayores probablemente la vean con la comprensión del impacto de una guerra». Pero, aún a pesar del entorno en que se desarrolla, «es más una historia sobre coraje y conexiones que una historia bélica», dijo Spielberg.