Se cumplen 31 años desde que un fan perturbado acabó con la vida del exBeatle.
09 dic 2011 . Actualizado a las 09:45 h.Decenas de neoyorquinos y turistas se acercaron hoy hasta Central Park, en el corazón de la Gran Manzana, para rendir un sentido homenaje a John Lennon cuando se cumplen 31 años desde que un fan perturbado acabó con la vida del exBeatle.
Un día como hoy de 1980 Lennon fue asesinado a las puertas del edificio Dakota, el lugar donde había instalado su residencia junto a Yoko Ono, a sólo unos pasos del jardín de Central Park donde sus seguidores lloraron hoy nuevamente al rememorar su muerte.
«Strawberry Fields», esa zona del pulmón de Nueva York presidida por un mosaico con la palabra «Imagine», título del legendario tema compuesto por Lennon, volvió a llenarse hoy de flores y música en recuerdo al artista de Liverpool.
«Es su música lo que atrae a la gente hasta este lugar. Aquí ves a gente desconocida haciendo amigos y a adultos que se convierten en adolescentes otra vez, una buena manera de recordarle», afirmó uno de los seguidores de Lennon a la cadena NY1.
Mientras tanto, su viuda Yoko Ono invitó a los fans del ex Beatle a través de su cuenta en Twitter a dejar sus mensajes y homenajes en la página ImaginePeace.com, por donde se han asomado ya casi un millar de personas.
Coincidiendo con el 31 aniversario de su asesinato, la revista Time publicó hoy en su página web ocho fotografías hasta ahora inéditas de unas de las famosas «bed-ins» (protestas en la cama) que protagonizó el ex Beatle en un hotel de Montreal (Canadá) en 1969.
Las imágenes, que fueron tomadas por el fotoperiodista Stephen Sammons, muestran algunos de los momentos vividos aquel día, cuando Lennon escribió en apenas quince minutos otra de sus legendarias composiciones, «Give peace a chance».
Lennon falleció el 8 de diciembre de 1980 en un hospital de la Gran Manzana después de recibir cinco disparos por la espalda de manos de un perturbado a las puertas de su residencia en el edificio Dakota, en el barrio del Upper West Side de Manhattan.
El asesino confeso, Mark David Chapman, cumple desde 1981 una condena en la prisión de máxima seguridad de Attica, en el estado de Nueva York, desde donde ha intentado varias veces sin éxito obtener la libertad condicional.