José Luis Sampedro gana el Premio Nacional de las Letras

Luís Pousa Rodríguez
luís pousa REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El autor dice que solo ha querido hacerse a sí mismo sin buscar el éxito

30 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Lo más interesante del superventas de la sublevación, el célebre panfleto ¡Indignaos! de Stéphane Hessel, no es el texto del polémico francés, sino el prólogo que en la edición española de Destino firma el siempre comprometido José Luis Sampedro (Barcelona, 1917). El escritor y economista, que ayer vio reconocido el conjunto de su trayectoria literaria con el Premio Nacional de las Letras, dispara con bala en un vehemente prefacio que lo ha elevado en los últimos meses a icono del 15-M. «Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura», atiza Sampedro en un párrafo que también funciona como autorretrato de emergencia.

El profesor y narrador, que está a punto de cumplir 95 años y padece una sordera severa, aseguraba ayer, después de un viaje de seis horas y recién llegado a su domicilio de Málaga, que lo único que ha querido es hacerse a sí mismo en su trayectoria, ya que le interesaban el cumplimiento y la realización, según recoge Efe. El escritor también dijo que nunca ha buscado el éxito, que siempre ha tratado de averiguar quién era y que ha escrito lo mejor que ha podido.

Acompañado de su mujer, el escritor catalán detalló que no se esperaba el premio «en absoluto» e incluso, en caso de llegar a recibirlo en algún momento, «lo esperaba a título póstumo».

El galardón -el segundo en el ránking literario español tras el Premio Cervantes, que se falla mañana, jueves- se concede a un autor que representa «una referencia intelectual y moral de primer orden en la España de la segunda mitad del siglo XX», según apuntó el Ministerio de Cultura, que destacó también su «concepción humanista».

Sampedro, que fue catedrático de Estructura Económica y desde 1990 ocupa el sillón F de la Real Academia Española, es autor de una extensa bibliografía económica. En el terreno narrativo, ha alumbrado «una producción prolífica, desarrollada al margen de las corrientes literarias», según destacó Cultura, con títulos celebrados por crítica y público como sus novelas Octubre, octubre (1981), La sonrisa etrusca (1985), La vieja sirena (1990) o El amante lesbiano (2000).