La FIAC regresa este año a su antigua ubicación con la participación de 168 galerías procedentes de más de 20 países.
20 oct 2011 . Actualizado a las 20:13 h.Durante los próximos tres días, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) invade el parisino Grand Palais y se instala en alguno de los lugares más emblemáticos de la capital francesa. La FIAC regresa este año a su antigua ubicación con la participación de más de 2.800 artistas internacionales y 168 galerías procedentes de más de 20 países diferentes.
Por motivos de espacio, el número de expositores se ha visto reducido con respecto a la pasada edición, que contó con 194 galerías. «La elección nos resultó aún más difícil de lo habitual», confesó la directora de la FIAC, Jennifer Flay, ya que esta vez el número de galerías solicitantes, 650, fue más elevado que en años anteriores. Pero esta estricta selección y la concentración en el Grand Palais, en lugar de perjudicar esta nueva edición de la feria de arte, favorecen su calidad y su prestigio. Así, entre los participantes se encuentran grandes nombres como Hauser & Wirth, Gagosian Gallery, Yvon Lambert y Karsten Greve.
Desde lechuzas fabricadas por un artista francés con las uñas de los pies de su novia hasta obras de Pablo Picasso, Andy Warhol o del argentino Julio Le Parc, todo tipo de obras de diferentes precios expuestas a lo largo de las galerías francesas. Una galería suiza ofrece un lienzo de Ernst Ludwig Kirchner por 2.300.000 euros, mientras que la galería Tornabuoni Arte vende Calavera de Jean Michel Basquiat por 5.000.000 de euros, la parisina Galerie Bugada Cagnel ofrece una obra de Julio Le Parc, uno de los grandes maestros del arte cinético, por 93.000 euros y la francesa Daniel Templon ofrece una escultura de Pinocho, del estadounidense Jim Dine, por unos 100.000 dólares. Pero hay arte para todos los bolsillos, como el Rompecabezas de Mathieu Mercieralgunas que se vende a cien euros, .
Entre los pesos pesados del arte están presentes las neoyorquinas Gagosian y Pace Gallery y la parisina Natalie Seroussi, que exponen junto a otras recién llegadas, como ProjecteSD, de Barcelona, y White Cube, la galería londinense que propulsó a Damien Hirst y que había estado ausente, a causa de la crisis.
Una de las características que distingue a la FIAC de Frieze es que en el mercado parisino se codean grades nombres del arte moderno, como Picasso y Alexander Calder, con jóvenes que están llevando al arte por nuevos rumbos. Decenas de artistas latinoamericanos, como el uruguayo Joaquín Torres García, el mexicano Gabriel Orozco, los venezolanos Carlos Cruz Diez y Jesús Soto, el joven brasileño Tiago Tebet y el argentino Le Parc, a quien el Pompidou consagra este otoño una exposición, están representados en esta FIAC, donde hay además nuevas galerías de América Latina. «El año pasado sólo estuvo presente un país de América Latina, México, con tres galerías. Pero este año hay dos galerías brasileñas, Vermelho y Luciana Brito, de Sao Paulo», explicó la responsable de la FIAC.