Rock in Rio, el mayor festival de música del mundo, regresa a Brasil

AFP

CULTURA

Tras una década de pausa europea el espectáculo vuelve a su ciudad natal para hacer bailar a 700.000 personas al ritmo de grandes estrellas como Elton John, Stevie Wonder, Lenny Kravitz, Coldplay y Shakira.

21 sep 2011 . Actualizado a las 21:18 h.

El mayor festival musical del mundo, Rock in Rio, regresa a su ciudad natal este viernes tras una década de pausa europea, para hacer bailar a 700.000 personas al ritmo de grandes estrellas como Elton John, Stevie Wonder, Lenny Kravitz, Coldplay y Shakira. «Rock in Rio es para Brasil lo que Woodstock fue para el mundo», estima Roberta Medina, responsable de la organización del evento.

El espectáculo se divide en siete fechas entre el 23 de septiembre y el 2 de octubre, y acogerá a 100.000 personas por día. Contará también con las interpretaciones de Rihana, los Red Hot Chili Peppers, Jamiroquai, Metallica, Maroom 5, System of a Down, Guns N' Roses, Maná y Jorge Drexler, además de populares cantantes brasileños como la bahiana Ivete Salgado y las bandas Titas y Paralamas do Sucesso.

Una cidade do rock (ciudad de rock) fue construida especialmente para el evento en la zona de Barra da Tijuca, en un área de 150.000 m2 donde en el 2016 estará ubicada la villa olímpica para los Juegos de Rio. La primera edición del megafestival, en 1985, reunió 1,4 millones de personas -la mayor cantidad en la historia de un espectáculo musical- y a artistas como AC/DC, Iron Maiden, Ozzy Osbourne y Rod Stewart, pero la gran sensación fue Queen. El grupo británico congregó a cerca de 300.000 personas en cada una de sus dos presentaciones. El vocalista y líder del grupo, Freddie Mercury, dijo haber quedado impresionado cuando a una sola voz, el público coreó la canción Love of my life. Sin palabras, Mercury movió los brazos como dirigiendo una coral y terminó con un sentido «obrigado» (gracias).

«El primer Rock in Rio fue un hito en la historia de la música brasileña, del negocio del espectáculo brasileño. En ese momento pocas o ninguna banda internacional venía a Brasil», recuerda Medina, empresaria de 33 años e hija del fundador de la marca, Roberto Medina. Una segunda edición del festival se celebró en 1991 en el estadio Maracaná -con una asistencia de 700.000 personas y 44 bandas- y luego en el 2001 en una cidade do rock en Barra de Tijuca con 1,2 millones de espectadores y 160 grupos musicales invitados.

El festival tuvo después cuatro ediciones en el exterior: dos en Portugal y dos en España. «Rock in Rio ha marcado la vida de por lo menos tres generaciones que ahora se reencontrarán en la edición del 2011», señaló Medina, e indicó que el 50 % de los asistentes compró su entrada incluso antes de que fuera divulgada la lista de artistas invitados.

El coste total del megafestival es de 90 millones de reales (unos 52,9 millones de dólares), de los cuales 65 millones provienen de patrocinantes y los restantes 35 de ingresos por venta de las entradas, que se agotaron en cuatro días, según los organizadores. La parte más difícil en la organización de un evento de esta magnitud es naturalmente el contacto y contratación de los artistas. «Cuando comienzas a organizar tienes que descartar de plano a los Rolling Stones, U2 y Madonna, olvídalo, no vas a poder contratarlos. Luego vienen los contactos y lo más difícil es fijar la programación, que no hayan cambios, que todos puedan, es un infierno», resume Medina.

Los organizadores calculan que 45 % del público viene de fuera del estado de Rio de Janeiro. La Secretaría de Turismo estima que el evento aportará a la economía de la ciudad unos 460 millones de dólares. En la cidade do rock, además de la impresionante tarima, habrá también una montaña rusa, una rueda gigante, tiendas, restaurantes y hasta un hotel. Los organizadores ya confirmaron próximas ediciones en Rio en el 2013 y el 2015.