Punk sudoroso para maquillar un mal año

La Voz

CULTURA

11 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Profesional... muy profesional. Un respetuoso reconocimiento de eficacia, como aquel de Manquiña, lo merece también el trabajo de The Offspring en el Monte do Gozo el viernes por la noche. Los californianos fueron contratados para encabezar el festival Rock in Way Estrella Galicia con sus famosas píldoras neo-punk y, de paso, rescatar un poco la nómina de artistas de un verano huérfano de estrellas del rock en Galicia, en plena resaca del despliegue del Xacobeo.

Su trabajo fue impecable: salieron puntuales, se colgaron las guitarras como quien se abrocha el cinturón de seguridad, y a correr: hicieron lo que saben hacer, y lo hicieron bien. No regatearon ni un hit; desde el comienzo alternaron canciones solo reconocibles para los más fieles con las que sonaban en medio mundo a mediados de los noventa. Fueron cayendo, una tras otra, You?re Gonna Go Far, Kid, Nice Fly (For a White Guy), Self Esteem...

Ante una concurrencia considerable (unas 14.000 personas, según la organización), los Offspring sonaron a la perfección. Ayudaba el formato potente de la banda, con tres guitarras simultáneamente casi todo el tiempo; además, entre el cantante Dexter Holland y el histriónico guitarrista Noodles la química parece intacta. Los hits sonaron clavados al disco, tal cual los recordaba la concurrencia, sin la mínima licencia propia del directo. En The Kids Aren?t Alright, hubo un momento comunión generacional, justo antes del bis que concedieron sin demora. Con Why Don?t You Get a Job se despidieron tras una hora exacta en escena, ni un minuto más.

Quince años después de su gran momento, los Offspring se mostraron perfectamente en forma aunque con pocas cosas nuevas que ofrecer; hábiles autores e impecables intérpretes de temas fáciles de escuchar y fáciles de olvidar. A falta de las verdaderas estrellas a las que pertenece la nueva generación de aficionados (obligados este año a un viaje a Portugal para ver a The Strokes, Arctic Monkeys, Coldplay, Arcade Fire...), fue un sudoroso consuelo punk a la espera de tiempos mejores.