El director británico se suma a la moda de revisitar películas.
21 ago 2011 . Actualizado a las 12:33 h.Animado por el entorno, Ridley Scott ha decidido embarcarse en dos proyectos basados en sus películas más mitificadas: «Blade Runner» y «Alien: el octavo pasajero». No está muy claro aún si va a rodar precuelas, secuelas, spin offs o versiones actualizadas de los originales, opción más improbable. Ni siquiera si repetirá Harrison Ford o Sigourney Weaver. Pero sí se sabe que va a retomar los mismos temas. Una decisión respetable que parece obedecer, no tanto a una inquietud creativa, sino al interés comercial de un proyecto que atraerá presumiblemente a las taquillas a una legión de espectadores.
Con esta decisión Ridley Scott se suma de forma sorprendente, dado el calado de ambos filmes, a la tendencia que impera en Hollywood. Sobre todo esta temporada, trufada de segundas, terceras, cuartas y quintas partes, además de toda clase de remakes, adaptaciones y versiones para gustos y colores. Nada menos que treinta de las películas que este año llegan a las salas son continuaciones de otros filmes. O partes anteriores. Basta un vistazo a la cartelera para llevarse las manos a la cabeza. Ahí están «Cars 2», «Transformers 3», «Kung Fu Panda 2», «Manual D'Amore 3» y «Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia!», así como la sexta entrega de Harry Potter, y las precuelas de «El planeta de los simios» y «X-Men». La semana que viene se estrena «Destino final 5».
El asunto no termina ahí. Jason Momoa luce sus pectorales en la gran pantalla en la nueva, sanguinolenta y decepcionante adaptación de «Conan», justo 20 años después de la que rodó John Milius, con Arnold Schwarzenegger como protagonista. No es una versión de una cinta en blanco y negro de los años cincuenta que un cineasta ha querido homenajear. El estreno de «Conan» responde más bien a la demanda que han detectado los equipos de márketing de los grandes estudios. Porque en época de crisis se huye de los riesgos y se imponen los valores refugio, y en el cine esto equivale a hacer películas sobre las temáticas más demandadas según las encuestas de mercado.
El público, como apuntan estos informes, pide historias de aventuras que sigan la estela de «El señor de los anillos», de ahí la expectación ante el estreno de «El Hobbit», y más, muchas más películas de superhéroes, el género que reina desde hace una década y que parece inagotable. El capitán América y Linterna verde compiten ahora mismo en los multicines, a la espera de otra horda de personajes de tebeo. Solo así se entiende el llamativo regreso de Superman y Spiderman, que renuncian a una continuación.
Hollywood prepara el reinicio de las dos series. La nueva versión del hombre araña vuelve a mostrar la misma historia que Sam Raimi ya contara hace tan solo ocho años. Eso sí, en vez de Tobey Maguire, el protagonista será Andrew Garfield. De locos.