La exploración espacial también es arte

EFE / Elvira Palomo

CULTURA

Las obras recogen la figura de algunos de los astronautas que han viajado al espacio.

11 ago 2011 . Actualizado a las 14:34 h.

El programa espacial de la NASA no sólo ha inspirado a generaciones que han seguido las hazañas de naves, satélites y otros artefactos: una exposición recoge cuadros, ropa y hasta una pieza musical con la que decenas de artistas han rendido tributo a la exploración espacial en su 50 aniversario.

El 12 de abril de 1961, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano en orbitar la Tierra, veintitrés días más tarde Alan Shepard, se convertía en el primer estadounidense en salir del planeta, aunque no consiguió dar la vuelta completa.

Comenzaba así la carrera espacial en la que durante cincuenta años Estados Unidos ha hecho todo lo posible para no volver a ser adelantado.

«NASA Art:50 Years of Exploration», que estará abierta hasta el 9 de octubre en el Museo Nacional del Aire y del Espacio de Washington, recoge trabajos de artistas tan diferentes como la fotógrafa Annie Leibovitz, el ilustrado Norman Rockwell, el artista pop Andy Warhol, o el diseñador de moda Stephen Sprouse.

En los más de 70 trabajos expuestos, el visitante puede hacer un recorrido por las misiones más relevantes del programa espacial.

Desde la misión Mercury, en la que el astronauta John Glenn se convirtió, por fin, en el primer estadounidense orbitó la Tierra el 20 de febrero de 1962, pasando por el mítico programa Apolo (1968-1972) con el que Estados Unidos consiguió llegar a la Luna.

Fue en esa época cuando el entonces director de la NASA, James Webb, invitó a un grupo de artistas a interpretar e ilustrar con su arte la misión de la agencia, como una manera innovadora de acercar los proyectos científicos a la sociedad. Una tradición que ha continuado hasta las misiones más modernas.

Las obras recogen la figura de algunos de los astronautas que han viajado al espacio, como el propio Glenn o Eileen Collins, que fue la primera mujer que pilotó un transbordador -el Discovery en 1995- y que en 1999 se convirtió además en la primera fémina al mando de una de estas misiones, al ponerse al frente del Columbia.

El ilustrador Norman Rockwell, conocido por sus obras costumbristas que con humor mostraron la vida cotidiana de los Estados Unidos de los años sesenta en las portadas de la revista «The Saturday Evening Post», refleja los inicios de la NASA.

Rockwell muestra a unos jóvenes John Young y Gus Grissom preparando su traje espacial para el primer vuelo del programa Gemini, en marzo de 1965.

También es autor de una alegoría titulada «Behind Apollo 11» (1969), en la que aparecen tres astronautas con sus escafandras, ingenieros y familiares con las que Rockwell quiso rendir tributo a todos los que participaron o dieron apoyo al programa lunar.

Entre las piezas más coloridas está la interpretación que hace Andy Warwhol de la llegada del hombre a la Luna, en su obra «Moonwalk» (1987), en la que se puede ver la mítica imagen del astronauta Buzz Aldrin en la superficie lunar a la que añadió llamativos colores fluorescentes al traje espacial y a la bandera estadounidense, convirtiéndola en un icono pop.

La exposición es amenizada por una obra musical interpretada por el cuarteto de cuerda Kronos Quartet, que la NASA encargó en 2002 al músico Terry Riley con motivo del 25 aniversario de la sonda Voyager, y se escucha en toda la sala.

Buena parte de la muestra está dedicada al programa de los transbordadores que la NASA dio por cerrado el pasado mes de junio después de 30 años.

Las naves con las que la agencia espacial estadounidense realizó vuelos tripulados durante estas tres décadas dieron lugar a obras como «Liftoff at 15 Seconds»(1982) un óleo de brillantes colores con el que Jack Perlmutter capturó el lanzamiento del transbordador Columbia en su tercera misión el 22 de marzo de 1982.

También hay obras de homenaje a los fallecidos en la carrera espacial, en particular los catorce tripulantes que murieron en los accidentes del Columbia, que se desintegró al regreso de una exitosa misión científica de 16 días, y el Challenger, que explotó el 28 de enero de 1986, poco más de un minuto después de su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral.

Tras los transbordadores, serán las naves privadas las que lleven a los astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional (EEI), mientras la NASA se centrará en prepararse para liderar la primera expedición tripulada a Marte.

Precisamente, las imágenes enviadas por la sonda Sojourner fueron las que inspiraron al modisto Stephen Sprouse, que expone «NASA Rover Mars Pink», un vestido palabra de honor satinado con zapatos a juego con el que sorprendió en la semana de la moda en Nueva York, ya que se puede ver el relieve del planeta rojo con gafas 3-D.

¿Quién da más?.