Muere el escritor cubano Eliseo Alberto

La Voz

CULTURA

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes aseguró que «fue un hombre que buscó a través de las palabras el camino de la libertad»

01 ago 2011 . Actualizado a las 22:06 h.

Eliseo Alberto fue uno de los escritores cubanos que cantó la tristeza de una generación que nació y creció con las promesas de una Revolución y se perdió en medio tras el fracaso de ese sueño, dijo a Efe el analista y experto en temas cubanos Gilberto Calderón.

«Reflejó con una enorme tristeza todas las tragedias de una generación de cubanos que se perdió dentro y fuera de Cuba», indicó el especialista tras expresar su pesar por la muerte del escritor.

El escritor murió hoy en Ciudad de México como consecuencia de complicaciones de un trasplante de riñón, que se le practicó el pasado 18 de julio.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) lamentó el fallecimiento de Eliseo Alberto y aseguró que «fue un hombre que buscó a través de las palabras el camino de la libertad».

Calderón recordó que Lichi, como era conocido por sus amigos, era hijo del poeta Eliseo Diego, uno de los más intelectuales cubanos del grupo de Orígenes, revista que se publicó en la década de los cincuenta y que encabezaba José Lezama Lima, uno de los grandes escritores cubanos que revolucionaron las letras de su país.

El analista recordó que el escritor desempeño su oficio en diversas formas, en el periodismo, en la docencia, e incluso en la creación de guiones cinematográficos, pero insistió lo más destacado fueron sus novelas por las que obtuvo importantes reconocimientos, entre estos el Premio Internacional Alfagura de Novela.

Recordó también que en Cuba fue galardonado por el Premio Nacional de la Crítica por La fogata roja, y en 1993 recibe el Premio Gabino Palma, por el libro Informe contra mí mismo, texto en el que narra como la seguridad del Estado cubano le pidió que hiciera un informe contra su propia familia.

Calderón afirmó que Informe contra mí mismo fue una obra que surgió a partir de que el régimen le pidió informar sobre las actividades de su padre, Eliseo Diego, después de los acercamientos con la comunidad cubana de Miami en 1978 como resultado de la flexibilización promovida por el gobierno de Jimmy Carter.

«Hay una apertura, se deja de llamar gusanos a los cubanos de Miami, comienzan los viajes... hay un reencuentro de familias...

pero el Gobierno teme que con estas visitas se les cuelen los grupos anticubanos», explicó.

Por este motivo la Seguridad cubana da instrucciones a los jóvenes para que reporten todo lo que pasa con las visitas, y a Eliseo Alberto le piden que informe sobre los encuentros que sostenía su padre con todos sus visitantes.

Calderón recordó que Eliseo Diego vivía en una casa campestre en las afueras de la Habana, y hacia allá iba diariamente una procesión de jóvenes para escuchar a uno de sus maestros en sus tertulias literarias, a las cuales se incorporaron muchos visitantes de Miami.

El libro muestra la vida de sus amigos, su familia, las tragedias personales, cómo sobrevive la gente en un país que les ofreció una nueva sociedad y la creación de un hombre nuevo.

«Lichi escribe sobre las intrigas entre cubanos, es un retrato de tragedias cotidianas en la Habana, es una denuncia de las miserias de la vida, relatos y anécdotas horribles que viven los cubanos», recuerda Calderón.

El experto recordó también otras novelas que muestran una imagen de tristeza de los cubanos en La Habana, en Miami, en México, en Caracas, en Buenos Aires.

Calderón recordó que Eliseo Alberto era un apasionado del ajedrez y afirmó que se inscribía en numerosos torneos para ejercitar esta afición.