«Paolo Pinocchio», el personaje más antisocial de Lucas Varela

EFE

CULTURA

Muchos dirían que Paolo es un compendio de los peores defectos del ser humano, pero su creador no se muestra tan severo. «Es honesto y nada hipócrita».

06 jul 2011 . Actualizado a las 00:09 h.

Puede que sea mentiroso, ruin y antisocial, pero pocos muñecos de madera han tenido más gracia natural que «Paolo Pinocchio», personaje de Lucas Varela cuyas aventuras se recopilan ahora en una antología publicada por Dibbuks.

«El pobre es así por naturaleza, aunque creo que solo busca sobrevivir como puede. Es egoísta y solo le interesa el beneficio propio, pero no creo que sea tan malo después de todo», afirma Varela (Buenos Aires, 1971) en una entrevista con Efe.

Muchos dirían que Paolo es un compendio de los peores defectos del ser humano, pero su creador no se muestra tan severo. «Es honesto y nada hipócrita. Los aspectos más negativos de la humanidad se encuentran en las instituciones y sistemas perversos que los hombres han creado a lo largo de la historia», señala.

«Paolo lucha contra la autoridad y la hipocresía y está en una búsqueda constante de libertad. Si te cae bien es evidente que alguna vez has mentido, engañado, pensado con el vientre o cometido errores de cualquier tipo; o sea, que eres humano», añade.

Las palabras de elogio no esconden ni disimulan la realidad: Paolo es un mal bicho y siempre acaba con sus astillas en el Infierno. Curiosamente, no se sabe quién da más miedo, si el muñeco de mente aviesa o los diablos que, sin demasiado éxito, intentan torturarle.

«Si eres un bergante, un embustero, un perverso o un entrometido, haces bien en temer a Paolo. En ese caso él optará por hacer uso de la astucia hasta llegar a añadirte tormento. Es capaz de brindar malicia a los diablos y confusión a los infiernos», apunta Varela.

«Tenía que aportar una ilustración para una nota sobre la mentira, pero en su lugar mandé una pequeña historieta donde aparecía Paolo en una versión alternativa. Esa página tuvo mucho éxito y me di cuenta de que el personaje gritaba por salir. Así que lo fui siguiendo y construyendo hasta el día de hoy», recuerda.

Para dar forma a su criatura, el autor se basó de forma muy tangencial en el mítico personaje de Carlo Collodi, que ya había sido adaptado al cómic en diferentes ocasiones. «Conocía la versión de Bill Willingham en la serie 'Fábulas' y también la que hizo Winshluss. Incluso hay un 'Pinocchio vampire slayer' que no he leído, pero me hace gracia el título», detalla Varela.

«Me gusta definir a Pinocchio como una especie de hoja en blanco; me da absoluta libertad creativa, tanta que da vértigo. Me gustaría poder desarrollar un mundo más coherente para Paolo, pero mis limitaciones como guionista me lo impiden. Por ahora, tendrá que conformarse con deambular por ese universo un tanto anárquico que le ofrece éste dibujante», advierte Varela.

Colaborador de diarios y revistas como Clarín, La Nación, TXT o Rolling Stone, Varela trabajó a menudo con el célebre guionista Carlos Trillo, fallecido en Londres el pasado 7 de mayo. «Es la pérdida de un maestro y un amigo. Me divertía mucho trabajando a su lado y aprendí una enormidad», reconoce.

«No se qué voy a hacer ahora que no está. Solo nos quedan sus historias, que por suerte son muchas y muy buenas», plantea el dibujante, responsable junto a Trillo de obras como «El Cuerno Escarlata», «Ele», «La herencia del coronel» o «Sasha despierta».

Por otro lado, el autor se desplazará en las próximas semanas a Angulema (Francia), donde disfrutará de una residencia en la Maison des Auteurs. «Voy a hacer un proyecto con el guionista Diego Agrimbau. Son casos de diagnósticos psicológicos y problemas neurológicos que nos permitirán experimentar con la narración de la historieta», anuncia.