Eugenia Rico: «Si me tomo en serio que soy tan buena, ya no escribo más»

Begoña Rodríguez Sotelino
B. R. sotelino VIGO / LA VOZ

CULTURA

La escritora incia este miércoles una gira gallega de presentación de su novela «Aunque seamos malditas».

15 jun 2011 . Actualizado a las 12:57 h.

Eugenia Rico inicia hoy, a las 19.30 horas en la Casa del Libro de Vigo, una gira gallega de presentación de su novela Aunque seamos malditas. La autora, que está arrasando con una obra que reinventa la novela histórica entremezclada con una trama de misterio, brujas gallegas, feminismo humanista y actualidad periodística, visitará mañana El Corte Inglés de Santiago, y pasado, el de A Coruña. Los alemanes han tenido la «culpa» del éxito de la asturiana íntimamente vinculada con Galicia por parte materna, que ha mamado la cultura gallega desde niña.

-Dos años después de publicar esta novela, vuelve a editarse en España ya con usted presentada como una escritora de éxito...

-Ha sido una especie de cuento de hadas literario. El escritor Daniel Kehlmann, que es más que Vargas Llosa aquí, aunque se lo conoce en todo el mundo menos en España, se leyó mi novela y me envió un e-mail diciéndome que le había impresionado mi libro. Yo pensé que era broma. Me proponía que si no tenía editor en Alemania él me buscaba uno. Yo no le di importancia, pero al poco me llegaron dos ofertas importantes y el respaldo de una crítica que es muy influyente, Ulrike Timms, que dice que soy la nueva estrella de la literatura en español.

-Y se reedita...

-Sí, una cosa milagrosa. También le pasó a Luis Sepúlveda con Un viejo que leía novelas de amor o a Ruiz Zafón con La sombra del viento, que es del mismo editor que el mío y dijo que estaba más contento aún que cuando compró la de Zafón. Fernando Marías ha dicho que es la mejor novela que se ha escrito en castellano en el siglo XXI.

-¿Con tanto halago, no siente vértigo para ponerse a escribir la próxima?

-Sí. De hecho aún no he publicado otro libro, aunque tengo dos a punto. Si me tomo en serio que soy tan buena, no escribo más. ¡Si yo pudiera ser como Juan Rulfo, con dos obras, o Lampedusa, con una sola!

-Parece que cuando uno se convierte en «best-seller» semeja ser peor escritor, ¿no?

-A los editores les encanta. Sin ánimo de comparar, el Quijote es un best-seller. Me han reconocido la calidad literaria y en este caso va acompañada de éxito de público.

-¿Qué quería contar cuando empezó la novela?

-Me llevó cinco años documentarme. Un tema es el acoso, y otro, las brujas que fueron ajusticiadas, el holocausto de más de dos millones de inocentes acusadas de pactar con el diablo. Quería que el libro fuera una historia del acoso y la envidia como motor de la humanidad a través de una mujer de nuestros días acusada de mobbing que se refugia en su aldea gallega. Decir que la novela es feminista es reducirla. Es humanista.