Musa que sopla y no inspira

CULTURA

07 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

De Gonzalo de Berceo hasta nuestros días, el mundo de la literatura ha estado plagado de descargas ilegales, porque la tecnología no ha hecho más que digitalizar y globalizar lo que muchos ya practicaban de puño y letra, disfrazado a veces de grandilocuentes homenajes y revisiones.

Dice Pérez-Reverte que él no necesita recurrir a la «transmisión conceptual, argumental y estructural», o sea, a la copia, que le achaca el juez que ahora lo condena por plagio. Su prosa es fértil y afilada, más digna de una batalla que debería librarse al estilo de las jugosas diatribas en las que se enzarzaban un amigo de Alatriste, el genial Quevedo, y el poeta Góngora. Este último le dedicó al autor de El Buscón aquellos versos que empiezan «musa que sopla y no inspira». Una pelea a mayor gloria de la literatura.