George Clooney cumple 50 años

dpa

CULTURA

El papel de soltero solitario parece que le viene como un guante.

04 may 2011 . Actualizado a las 18:23 h.

Su sonrisa perfecta de médico en la serie de éxito E.R. le abrió las puertas de Hollywood. Un gesto encantador que George Clooney trasladó después al golfo con clase Danny Ocean en la trilogía Ocean's y utilizó para conquistar a Catherine Zeta-Jones en Intolerable Cruelty y a Vera Farmiga en Up in the Air.

El actor, que el 6 de mayo celebrará su cumpleaños 50, fue coronado en dos ocasiones como «el hombre más sexy vivo» por la revista estadounidense People: en 1997, cuando el pediatra de E.R elevaba el pulso de las telespectadoras, y hace cinco años, cuando ya lucía sus primeras canas. Y es que hace tiempo que el actor dejó atrás su vanidad.

Clooney se alzó con el Oscar como mejor actor de reparto por su papel de un barbudo y barrigudo agente de la CIA. Fue gracias al thriller político Syriana, para el que tuvo que engordar 15 kilos, dejarse barba y peinarse el pelo hacia atrás.

El actor celebró su entrada a la gran pantalla en 1995, con la película del culto de Robert Rodríguez From Dusk Till Dawn, en la que daba vida a un ladrón y asesino. Dos años más tarde, fue Bruce Wayne en Batman & Robin, pero aparte del fracaso del filme, aquella experiencia le supuso un aterrizaje forzoso.

Clooney se juró que jamás volvería a ponerse un traje de plástico con falsas tetillas. «Promocionar la película fue lamentable. Pero después me dije que tengo suficiente dinero en la cuenta y ya no ha motivos para hacer filmes que realmente no quiera hacer», declaró.

Y buscó ponerse al lado de los mejores directores. «Out of Sight» (1998) fue la primera de seis colaboraciones con Steven Soderbergh.

Trabajó con Terrence Malick en The Thin Red Line, los Coen lo enviaron como un preso fugitivo a la odisea «O Brother, Where Art You» y Wolfgang Petersen le confió el papel de capitán del barco en la cinta de The Perfect Storm.

Después, dio el salto a la dirección. Con su debut «Confessions of a Dangerous Mind» (2000), una mezcla entre cine de espías y sátira televisiva, logró realmente entretener de forma inteligente.

Su segunda cinta, Good Night, and Good Luck (2005), lo llevó por derroteros más políticos: mezcla de documental y ficción, este filme en blanco y negro, retrata la lucha de un legendario presentador de televisión que lucha contra la caza de comunistas en el Estados Unidos de la era McCarthy.

«Me gustaría hacer proyectos sobre los que se pueda debatir», dijo en una entrevista. En su opinión, es hora de que la industria del entretenimiento vuelva a plantear preguntas. Su padre, el periodista de televisión Nick Clooney, lo educó en el pensamiento crítico.

Y su crítica abierta a la guerra de Irak lo situó como uno de los famosos más liberales de Hollywood. «Pronunciaré la palabra liberal tan alto y tantas veces como sea posible», afirmó, indignado por que en el conservador Estados Unidos de la época «liberal» se hubiera convertido en un insulto.

El año pasado, Clooney recibió además un Emmy honorífico por su «compromiso social y humanitario». Ayudó enérgicamente a conseguir donaciones millonarias para las víctimas del terremoto de Haití y participó en iniciativas de ayuda tras el catastrófico tsunami de 2004 y el huracán «Katrina».

El actor ha viajado también varias veces a la conflictiva región sudanesa de Darfur, con el fin de llamar la atención sobre las violaciones de los derechos humanos. Allí, con la ayuda de la agencia de la ONU Unosat, dispuso un sistema de vigilancia satelital para detectar posibles enfrentamientos. «Somos los paparazzi antigenocidio», dijo a la revista «Time». «Les damos la atención con la que yo, como famoso, tengo que convivir».

Desde hace casi dos años, los paparazzi persiguen a Clooney y su novia, la modelo italiana Elisabetta Canalis, de 32 años. Antes, el «soltero de oro» de Hollywood había estado vinculado a la camarera Sarah Larson, y durante un breve tiempo con la actriz René Zellweger. Duro de roer, Clooney afirma que no está hecho para el matrimonio. Ya lo intentó una vez, entre 1989 y 1993, con la actriz Talia Balsam. Pero entonces apenas era conocido.

El papel de soltero solitario parece que le viene como un guante.

El año pasado dio vida en The American a un asesino que se retiraba en un pequeño pueblo italiano, y en «Up in the Air» encarnó a un ejecutivo adicto a los aeropuertos y hoteles de paso. Aquel filme le valió su segunda nominación al Oscar como mejor actor, después de «Michael Clayton» (2008). En este inteligente thriller sobre los entresijos de la justicia Clooney da vida a un frustrado abogado; divorciado, por supuesto.

Actualmente, Clooney se encuentra inmerso en su tercer trabajo como director. Se trata del drama político «Ides of March», donde también da vida a un candidato liberal a la presidencia que durante la campaña electoral es víctima de las intrigas y trapos sucios de la oposición. La película se basa en la pieza teatral «Farragut North», de Beau Willimon, que en 2004 trabajaba para el demócrata estadounidense Howard Dean. «Entretenimiento inteligente», muy del gusto de Clooney.