Fallece Sidney Lumet, el gran narrador de historias sociales

redacción / agencias

CULTURA

En su filmografía figuran «Doce hombres sin piedad» y «Serpico»

10 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Uno de los grandes directores de historias sociales en el cine, Sidney Lumet, falleció ayer a los 86 años a causa de un linfoma en su casa de Manhattan, según informó la hijastra del cineasta a The New York Times. Lumet será recordado por el tono de denuncia que imprimió a sus filmes, entre otros, Serpico o Network, por su vigorosa habilidad para dirigir actores y, sobre todo, por su capacidad de trabajo, ya que desde su debut en 1957, rodó casi una película por año.

Lumet, nacido en Filadelfia en 1924, dio sus primeros pasos en la televisión, donde sus cualidades destacaron en un medio que debía producir con rapidez. Este trabajo, así como su conocimiento del mundo del teatro, le sirvieron para lograr un gran éxito con su debut, Doce hombres sin piedad (1957), protagonizado por Henry Fonda, y que lo afianzó en seguida como un excelente narrador dotado de perspicacia para transmitir los matices psicológicos de los personajes. No fue la única adaptación teatral que filmó, ya que repetiría con otros títulos como Piel de serpiente (1959).

El primer éxito de taquilla le llegaría con El prestamista (1964), a la que seguirían otros títulos como Llamada para un muerto (1966), Serpico (1973), Asesinato en el Orient Express (1974) o Tarde de perros (1975).

Durante la década de los años ochenta Lumet no dejó de presentar películas con la carga social que habían tenido filmes suyos como Network (1976), y así entraron en su filmografía cintas como El príncipe de la ciudad (1981) o Negocios de familia (1989).

En los años noventa llegaron filmes como Una extraña entre nosotros (1992), El abogado del diablo (1993) y Cae la noche sobre Manhattan (1997). A pesar de la edad, en la década siguiente Lumet no dejó de rodar y logró completar tres filmes, el último de ellos, Antes de que el diablo sepa que has muerto, en el 2007, con Philip Seymour Hoffman y Ethan Hawke.

Vinculado a Nueva York

Como Woody Allen, Lumet no solo deja tras de sí una larga filmografía, sino que sus filmes están muy vinculados a Nueva York, que identificaba como su principal fuente de inspiración, frente a la industria de Hollywood, que, en su opinión, representaba la fantasía frente a la realidad. Este gusto por lo natural también quedó reflejado en su forma de narrar a través de la cámara, ya que prefería la dificultad de la sencillez depurada al barroquismo.

De este modo, en Sidney Lumet la estética se unía también a la ética, ya que era el lenguaje que mejor se adaptaba para reflejar las injusticias sociales que el cineasta trató de plasmar en su cine. La fragilidad de la Justicia, la corrupción en diversos estamentos sociales, como la policía, el abuso del poder o del sensacionalismo, son temas que fueron abordados por quien está considerado el último gran narrador de historias sociales en el cine.