Catherine Deneuve: «Buñuel trataba mejor a Fernando Rey que a mí»

daniel roldán MADRID / COLPISA

CULTURA

Esta semana la actriz ha estado promocionando en Estados Unidos su última película, «Potiche», dirigida por su compatriota François Ozon

19 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Catherine Deneuve sonríe cuando le hablan de envejecer. A sus 67 años, se encuentra en plena forma y tiene «la suerte» de seguir trabajando. «Envejecer no es un concepto. Soy como todo el mundo y no me gusta perder energía. Pero no estoy obsesionada», aseguró la actriz francesa. Lo cierto es que no para quieta. Esta semana ha estado promocionando en Estados Unidos su última película, Potiche, dirigida por su compatriota François Ozon; y antes de regresar a París, pasó ayer por Madrid para darle un empujón a la película, que se estrena dentro de una semana. «Es una película naíf, de buen rollo», señaló una impecable Deneuve vestida con un Chanel.

La actriz de los Los paraguas de Cherburgo, Indochina o El último metro vuelve a la comedia con esta película, un género que no ha cultivado mucho en su carrera. «El problema es que es difícil encontrar un buen guión de comedia. Y además, esto refleja la situación del cine francés, donde se hacen pocas comedias y muchos dramas», comentó Deneuve.

«Lo importante es buscar lo inesperado, forma parte del oficio de actor, es una necesidad. Si no, haríamos siempre lo que ya sabemos hacer». Esa búsqueda le ha llevado a trabajar con Manoel de Oliveira, François Truffaut, Roman Polanski, Mario Camus o Luis Buñuel. Del director español, recuerda sobre todo el rodaje de Tristana, cuando Buñuel volvió de España tras estrenar Viridiana. «Era de otra generación. Tenía un gusto moderado por los actores. Creo que trataba mejor a Fernando Rey o Francisco Rabal que a las actrices», recordó.

Pareja de Depardieu

Es la segunda vez que el director y la actriz trabajan juntos. La primera fue con 8 mujeres (2002), una película coral. Pero Ozon se quedó con las ganas de darle un papel más importante a la diva. Hasta que encontró Potiche, una comedia sobre un ama de casa ignorada y despreciada por su marido y su hija que busca su identidad a finales de los años setenta. Ese espacio lo encontrará en la fábrica familiar de paraguas y a través de un dirigente comunista, interpretado por Gerard Depardieu. «Es divertido, despistado y una persona muy generosa. Nuestra relación es más íntima que una amistad», reconoció Deneuve sobre su pareja en ocho filmes.