En «Corteo» hay bastantes artistas latinoamericanos pero ninguno español, algo que el director del espectáculo achaca al «apego» que los españoles tienen a su tierra y a su familia.
14 mar 2011 . Actualizado a las 15:34 h.La magia del Circo del Sol llega a España de nuevo esta primavera con «Corteo», un espectáculo nostálgico, con el tono «pastel» de las fotografías antiguas y pensado para «emocionar y conmover», según su director y creador, Daniele Finzi.
En una entrevista con Efe, el director de «Corteo» admite que ciertamente «hay cosas inexplicables», como el hecho de que las entradas para ver los espectáculos del Circo del Sol se sigan agotando, pese a su precio, nada más ponerse a la venta, incluso en épocas de crisis como la actual.
«Muchos han tratado de copiar el modelo del Circo del Sol sin lograrlo», afirma, para señalar que, cuando se inició la crisis, se replanteó si sería necesario adaptar el espectáculo. Finalmente no hizo falta y «Corteo» mantiene las proporciones originales.
«El sueño está intacto», asegura su director, quien se muestra convencido de que esa es precisamente «una de las claves» del éxito del Circo del Sol y lo que hace que quienes intentan copiar su modelo fracasen reiteradamente: «nuestro éxito tiene algo de mágico».
Madrid será la primera ciudad española en acoger la magia de «Corteo» el próximo 2 sábado de abril, dónde la compañía permanecerá en el escenario Puerta del Ángel, junto a la ribera del Manzanares, hasta el 22 de mayo.
Posteriormente, viajará por Valencia, dónde estrenará su espectáculo el 15 de junio; Alicante (27 de julio) y Sevilla, que recibirá «Corteo» el 8 de septiembre.
Para Finzi, «Corteo» remite a un pasado de postales antiguas «en tono pastel, nada brillante», lleno de «una nostalgia festiva».
«Corteo» se estrenó en abril de 2005 en Montreal, y desde entonces ha visitado 34 ciudades de cuatro países y ha sido visto por más de 5,4 millones de espectadores.
Creado y dirigido por el dramaturgo suizo Daniele Finzi, «Corteo» remite a su significado italiano, «cortejo fúnebre», en el que su protagonista es un payaso que muere y ve pasar por delante un alegre desfile de amigos y compañeros; «una procesión nostálgica y festiva, como tienen que ser todas las despedidas».
En este espectáculo el público español encontrará, según su creador, «sabores queridos, muy mediterráneos», con números llenos de humor en los que se remueve el concepto circense a la vez que se mantiene «un vínculo evidente con la tradición».
Aquellos que vieron los espectáculos anteriores del Circo del Sol encontrarán en «Corteo», según Finzi, «una estética distinta», en la que el vínculo entre acrobacia y la representación teatral se fortalece y en la que los acróbatas son «muy buenos actores».
El creador del espectáculo asegura que su intención era hacer un función que hablase «de la amistad» y que a la vez hiciese reír y lograse «emocionar y sorprender», algo que consigue con números muy distintos en los que no faltan marionetas, candelabros, vasos de cristal, correas, danzas o malabarismo.
«Cada noche los artistas salen al escenario como si fuera la primera función», según Finzi, quien asegura que la quincena de artistas que permanecen en el espectáculo desde su origen son «el alma» de la compañía, los que hacen que el ambiente de convivencia que se respira entre sus 65 integrantes sea «tan bonito».
En «Corteo» hay bastantes artistas latinoamericanos pero ninguno español, algo que el director del espectáculo achaca al «apego» que los españoles tienen a su tierra y a su familia, «muy parecido al carácter italiano», y totalmente incompatible con la itinerancia que conlleva formar parte del equipo humano del Circo del Sol.
El dramaturgo suizo espera con impaciencia su próximo encuentro con el público español, «muy cálido y agradecido» cuando le gusta el espectáculo pero también «muy complicado, porque si no le gusta también te lo hace saber».
Tras «Corteo», Finzi volverá a España el próximo año con su nuevo espectáculo, «Donka», creado en 2010 a instancias del Festival Internacional Chéjov de Moscú para celebrar el 150 aniversario del nacimiento del famoso escritor ruso y en el que, esta vez sí, cuenta con un español entre sus artistas.