El Festival rechaza que «A Serbian Film» sea un filme pornográfico

EFE

CULTURA

El Festival Internacional de Cine Fantástico apoya a su director, imputado por permitir exhibir la película.

10 mar 2011 . Actualizado a las 00:18 h.

El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges ha mostrado hoy su «total apoyo» a su director, Ángel Sala, y ha rechazado que el film A Serbian Film sea una película pornográfica, como recoge la denuncia de la fiscalía contra el responsable del certamen.

Sala ha sido imputado por el titular del juzgado de instrucción número 8 de Vilanova i la Geltru (Barcelona) por haber permitido la exhibición de la película, que incluye imágenes de sexo con menores.

El festival asegura a través de un comunicado que «no es una película pornográfica, sino una ficción de terror», y que «no integra un ataque contra la indemnidad sexual de menores».

El festival ha recibido el apoyo del público, de personalidades destacadas del mundo de la cultura y de directores de festivales de cine.

A Serbian Film, continúa el comunicado, fue exhibida tras tomar todas las medidas informativas y de control necesarias para impedir el acceso a la proyección de cualquier persona menor de edad.

Estas medidas consistieron tanto en «información preventiva en los soportes de comunicación del festival» para garantizar el conocimiento del contenido de la cinta por parte de los espectadores antes de su visionado, como en la solicitud del DNI a la entrada de la sala de proyección.

La trayectoria de esta película ha sido la habitual dentro del circuito comercial convencional, y se ha proyectado, entre otros, en los festivales internacionales y mercados de Bruselas, Montreal, Toronto, San Francisco, Austin, Oporto, Sofía, Hamburgo, Helsinki, Puchon (Corea del Sur), Ravenna o Estocolmo.

El filme fue distinguido con numerosos premios internacionales y se proyectó en los dos mercados de cine más prestigiosos del mundo. Además será distribuida comercialmente en el Reino Unido, Canadá y EEUU.

Admite el certamen que, a pesar de haber actuado con el rigor necesario y ofreciendo a los espectadores la información previa que se requería, «la existencia de voces críticas llevará al festival a plantear una reflexión sobre los mecanismos de información de cara al futuro, insistiendo en la protección de la infancia y la defensa de la libertad de expresión y creación, como hasta ahora ha venido haciendo».

En la carta firmada en apoyo de Sala, los directores de festivales expresan su «extrañeza ante el hecho de hacer recaer la responsabilidad en un programador cultural, y no en los teóricos responsables de tales contenidos (en todo caso, el director y los productores)».

Los firmantes «denuncian igualmente que comportamientos como el de la Fiscalía de Barcelona parecen retrotraernos a épocas de cortapisas censoras contra la libertad de expresión y programación culturales que sinceramente creíamos que pertenecían a la Historia».