-Su único alumno reconocido fue un coruñés, Quique Paz, que, sin embargo, no llegó a hacer carrera. La sombra de Kraus era demasiado alargada, ¿no podía permitirse que le sucediera alguien capaz de igualarlo?
-Es muy difícil aseverarlo. Quique Paz poseía una gran voz de lírico-ligero, semejante a la de Kraus en algunos aspectos. Recibió sabias enseñanzas del maestro. Pero creo que hubo un cierto alejamiento posterior. Paz decidió dejar lo que quizá hubiera sido una brillante carrera; pero... quién lo sabe.
-En la era de Internet, los blogs, los foros y esas cosas, cada uno puede escribir su propia crítica al llegar a casa y colgarla para que cualquiera la disfrute. ¿Se ha democratizado la crítica o simplemente empobrecido?
-Se ha democratizado y se ha empobrecido probablemente, aunque no por esa razón, sino por otras que tienen más que ver con el saber, el rigor y la independencia.
-El escritor desea ser querido, lo mismo que cualquier artista. Y el crítico musical, ¿a qué aspira?
-Debería aspirar a formar e informar seria y honradamente, con libertad, desde su punto de vista, a ser posible con fundamento. En todo caso, es una labor subjetiva. La objetividad no existe. El lector debe luego, con la información y análisis que se le ofrece, sacar sus propias conclusiones y hacer su crítica personal, que puede coincidir o no con la del articulista.
arturo reverter crítico musical
«Un arte verdadero, sin las supercherías a las que estamos acostumbrados, sería bien recibido»