La Diputación de A Coruña invirtió 2,3 millones de euros en la rehabilitación del monasterio de la fraga del Eume
23 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
«Din que na vida todo o mundo merece unha segunda oportunidade e para Caaveiro esta é a súa». Estas palabras del presidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, pronunciadas ayer durante la inauguración oficial de la rehabilitación del monasterio trataban de ejemplificar el resurgir de un monumento que estuvo al borde de la ruina. En su recuperación, que se ha prolongado cerca de 12 años, el organismo provincial, propietario del cenobio, ha invertido 2,3 millones de euros. Una cantidad que ha servido para consolidar unos muros que contemplan desde lo alto el mejor conservado de todos los bosques atlánticos de Europa, la fraga del Eume.
«Con esta rehabilitación a Deputación cumpriu co seu deber de conservar o patrimonio de todos os galegos, confiemos en que outras Administracións tomen exemplo e fagan o mesmo», defendió Fernández Moreda en el tramo final de su discurso, que sirvió de arranque para el acto de inauguración de la revitalización de Caaveiro, en el que estuvieron presentes los alcaldes de los ayuntamientos limítrofes y otras autoridades de la zona.
Después le tocó el turno a la arquitecta, Isabel Aguirre, quien junto a Celestino García Braña, dirigió el proyecto para la rehabilitación del monumento. «Arquitectónicamente -dijo- el monasterio de Caaveiro no es de los más destacados de Galicia, pero tiene una peculiaridad que lo hace único: su armonía con el medio que lo rodea, con esos paisajes naturales tan impresionantes». Y es que el cenobio no rompe la roca, sino que se incrusta en ella. Se asienta sobre el mismo relieve original de la montaña para, desde la cima, dominar la confluencia de los ríos Senín y Eume.