Arco recupera el coleccionismo y la atención a los profesionales

mercedes rozas REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

La feria de arte apostó por la tradición vanguardista de Picasso o Miró

21 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Bajo la recién estrenada dirección de Carlos Urroz, la 30.ª edición de Arco ha logrado recuperarse de la nefasta gestión anterior, mostrándose con menos galerías y una mejor y más cuidada organización expositiva. El propósito de recalcar el carácter comercial de la feria -que concluyó ayer-, impulsando el coleccionismo internacional y la atención a profesionales y medios, parece haber dado sus frutos por el ambiente de satisfacción entre los galeristas.

Este año, apocado por la crisis, las propuestas optaron por el camino seguro de la tradición vanguardista de Picasso, Julio González y Miró o de artistas actuales consolidados como Cándida Hoffer, Cristina Iglesias o Antonio López, cuya obra Madrid desde Torres Blancas, en la galería Marlborough, era la más cara de la cita.

La caída del vídeo y la instalación ha dado paso a la reafirmación de la pintura en todas sus variables: las mil caras de la abstracción y una nueva y estridente figuración; sorprendentemente, incluso algún remake del arte cinético de los sesenta se exhibió como última novedad.

Con todo, Arco no sería lo que es sin su dosis de provocación, reconfortada siempre por la trivialidad y el esnobismo. Este tipo de propuestas nacen como setas y son difíciles de erradicar tanto en galerías nacionales como extranjeras. En algún estand se impuso un último modelo de aparador abarrotado con todos los cachivaches inimaginables y en otros hicieron furor escenas con gusto por lo macabro, subidas sexualmente de tono o incendiarias con el tema religioso. Por lo demás, ya se sabe que la globalización lo engulle todo y por eso fue difícil toparse con algo creativo tanto en la selección del país invitado, Rusia, como en la participación de americanos y europeos en los apartados Solo Projects y Opening.

La presencia gallega no descuidó el montaje ni la selección de artistas en Arco. Habría que destacar el políptico fotográfico de Manuel Vilariño en Bacelos, la intervención sobre pared de Mónica Alonso en SCQ y la de un cada vez más imaginativo Jorge Perianes en Adhoc, presente con varias piezas de pequeño formato, una de las cuales pasará esta semana a engrosar los fondos de una importante colección holandesa.